En este tiempo de bloqueo, el discurso de Carlos Lesmes para abrir el año judicial ha pasado de lamento a crítica y de crítica a ultimátum. Es normal esta escalada porque cada año que el presidente del CGPJ ha tenido que rogarle a los grupos que llegaran a un acuerdo para desbloquear la renovación del órgano de Gobierno de los jueces.
Esta vez Lesmes va en serio y en unas semanas va a presentar su dimisión si los grupos parlamentarios no se ponen de acuerdo y renuevan de una vez el CGPJ. La soledad del presidente del Supremo es desoladora, casi conmovedora, decía antes. Magistrados compañeros se conjuran para evitar los nombramientos del Constitucional, el Gobierno lo ve incapaz de sofocar estas rebeliones internas y el PP lo mira con suspicacias de oficialismo, porque cree que ha pactado con el Gobierno
No, si yo ya sé que el tema es de una espesura considerable y quizás por ello algo tan grave no tiene una sanción electoral. Pero que uno de los poderes del estado esté sufriendo un deterioro tan constante, mediante denuncias de colapso y se haya convertido en víctima propiciatoria del partidismo es como para detenerse y pensar.
La siguiente parada del viacrucis de Lesmes es este jueves 8 de septimebre. El presidente del CGPJ ha convocado con urgencia una reunión para tratar de alumbrar a los dos vocales del Constitucional que el Gobierno le insta a renovar. Sin embargo, tras el rechazo de varios magistrados, Lesmes sigue sin tener atados los nombres que presentará a votación. Y el plazo expira el lunes, 13 de septiembre.
Los magistrados conservadores que se han rebelado contra los manejo del Gobierno han pedido más tiempo para alcanzar un acuerdo. Han mostrado su voluntad de hacerlo, pero no en el plazo que le exigen.
Esto que señala Lesmes es una cuestión clave que interpela directamente al principal partido de la oposición. Porque el PP ha puesto una adenda a la negociación. Junto a los nombres de los magistrados han de pactarse unas determinadas reformas que garanticen una mayor independencia judicial. Todas son muy razonables, ahora son extemporáneas. Porque como dice Lesmes la renovación de los órganos no tiene que estar supeditada a condicionamiento alguno.
Si yo tuviera que apostar les diría que Lesmes va a dimitir y que ni PP ni PSOE le van a echar
¿Así que cuál es la situación de las negociaciones entre PSOE y PP? Pues por ahora sin mayor novedad. Si yo tuviera que apostar les diría que Lesmes va a dimitir y que ni PP ni PSOE le van a echar. También les diría que esto del CGPJ es una distracción de lo esencial. Porque la cuestión realmente conflictiva, la que de verdad divide a políticos y a magistrados es el Constitucional.
Por eso los ocho conservadores se han conjurado, porque si ellos nombran a los dos miembros del tribunal que les corresponden, el Gobierno nombrará a los otros dos y la mayoría dará un vuelco y esa mayoría podría decidir cuestiones enormemente delicadas como algunas referidas a Cataluña y al procés, en particular. Claro no es lo mismo que el voto de calidad lo tenga un presidente como Candido Conde Pumpido, ¿se acuerdan? que uno conservador. Bueno, luego sorpresas te da la vida, y que se lo digan al PP que suele llevarse sorpresas con sus nombramiento. Bueno y el PSOE también. Recuerden los votos progresistas que decantaron la sentencia del estado de alarma o…. ¡el Estatut!
Bruselas estudia limitar la factura de la energía
Va llegando el momento de repartir algo de sufrimiento. Bruselas ya ha concretado varias herramientas para limitar la factura de la energía en Europa. Una de ellas apuesta por obligar a reducir el consumo de electricidad en las horas punta en al menos un 5%. También se contempla establecer un límite al precio que las eléctricas pueden cobrar por la energía generada por fuentes renovables u otras que no sean gas, 200 euros por megavatio a la hora.
La presidenta de la Comisión Úrsula Von der Leyen explica la razón de estas intervenciones: que Putin no pueda seguir chantajeando a los países europeos
Y Putin hace lo que está en su naturaleza que es a la vez seguir financiando su guerra mediante la venta de energía al mundo libre y amenazar con posibles cortes que agraven la guerra económica de desgaste que ha emprendido contra Occidente
En su epatante comparecencia en Vladivostok, Vladimir Putin le ha enviado un recado a Josep Borrell, Alto Representante de la Unión Europea, y eminente socialista catalán. Putin ha demostrado un notable conocimiento de historia de la guerra civil española. Atiendan a lo detallista de su insulto a Josep Borrell. Quiero decir… no siempre te llaman fascista con esta precisión
Piensen que a Putin le ha llamado fascista todo el independentismo catalán. Bueno, siempre fue de una forma más procaz. Claro que si Putin quiere ver a un autoritario no tiene más que ver a sus aliados, que no se confunda. Por ejemplo el que sojuzga desde hace años Turquía.
