La arraigada tradición de repartirse de los magistrados del Consejo General del Poder Judicial lleva cuatros años interrumpida. Es tal el caos judicial y tan nimio el castigo político, que ha tenido que dimitir todo un presidente del Supremo para que Sánchez y Feijóo se reúnan a hablar de ello.
Tres horas de reunión y… y… y qué… Lo cierto es que todo suena exactamente igual a cuando entraron. No, si ya sé que este tema es insufrible. Que lejos de hablar de esto en el metro, el oyente en cuanto escucha C G P J se lanza en plancha hacia el transistor para apagarlo con grave riesgo para su anatomía.
Como Casillas cuando era portero y no tuitero. C G P… ras de cabeza al transistor. Es un tema insufrible pero es importante. Cómo no va a ser importante que los partidos políticos sigan o no repartiéndose los cromos del Poder Judicial.
Si atendemos a lo que ha dicho Feijóo antes de entrar a la reunión, y fuentes del PP aseguran que nada ha cambiado, él no aceptará renovar el CGPJ si no tiene una garantía ya sea mínima de que esta será la última vez que se haga mediante el ignominioso sistema presente. Ese de cuya constitucionalidad dudan voces lúcidas como el progresista Manuel Aragón o ese que la Unión Europea urge cambiar para que España expanda como es debido su Estado de Derecho.
Después de todo este embrollo, de la dimisión dominical de Carlos Lesmes y de la reunión de tres horas, la cuestión sigue siendo la misma que ayer, que anteayer y que el viernes. Cómo se va a escenificar la garantía de que el PSOE se avendrá a una reforma del sistema de elección de los jueces. Porque si ahora se produce un reparto de cromos sin más, a la manera tradicional, ¿Cómo explicará el Partido Popular de qué han servido estos años de bloqueo y el consiguiente colapso del Poder Judicial?
Un colapso que sería injusto imputarle sólo al PP, porque no habría tenido la gravedad presente si el Gobierno no hubiera decidido maniatar al Consejo, al retirarle todas sus atribuciones mientras esté en interinidad, incluida la capacidad de cubrir las vacantes.
Fíjense el contraste, de RTVE se cambian los Estatuto para que la presidenta interina puede trabajar con todos los poderes del cargo, al CGPJ se le han retirado por ley todos sus poderes mientras se encuentre en interinidad.
Al terminar la reunión de tres horas en la Moncloa de sus jefes, han salido a hablar los negociadores. González Pons y Félix Bolaños.
Si atendemos a lo dicho por González Pons y Bolaños, diríase que sí que van a cambiar el sistema de elección. Sobre todo porque el primero vuelve a ponerlo como condición y el segundo ha exhibido un notable optimismo, pero a saber.
Miren, el movimiento de Lesmes ha enfadado de una u otra manera a todos, magistrados conservadores y magistrados progresistas, PP y PSOE, porque instala al Poder Judicial en una crisis inédita. Claro que quizás era la única manera, esta tan abrupta, de desencallar.
Hay una consecuencia muy relevante, en términos políticos. Por de pronto, la renovación del CGPJ tendrá que ser previa a la de Tribunal Constitucional y eso es lo que trastoca los planes del gobierno, al que lo que de verdad le importa es voltear la mayoría del Constitucional. El CGPJ no dicta sentencias ni sienta jurisprudencia alguna… ay… pero al Constitucional llegan asuntos delicados, como… qué se yo… pongamos un ejemplo inocente: un nuevo Estatuto para Cataluña.
Precisamente Cataluña estrena un gobierno de mayoría endeble. Pere Aragonés dice adiós a los consejeros de Junts y ha incorporado a su gabinete a una serie de perfiles muy diversos. Ex cargos del PSC, ex cargos de Convergencia Democrática, independientes. Parece que quiere ensanchar la base del partido y convertirlo en aquello que en tiempos del pujolismo llamaban el pal de paller.
Esta es una de las expresiones más manidas de aquellos tiempos. Así como define el pal de paller La Vanguardia: «El "pal de paller" es este mástil que sirve de eje alrededor del cual se monta el pajar. Pero, ha derivado en un uso lingüístico figurado para referirse al eje o núcleo en torno al cual se vertebra una sociedad, una familia, una empresa…»
Esto es lo que fue CIU para Cataluña en tiempos de Pujol. Esto es lo que Pere Aragones querría que fuera Esquerra. Claro, Junts no se lo va a poner fácil. Hoy ha estado con Alsina, Laura Borrás. Que lo que quiere es ir a unas elecciones.
Quizás no haya nada que permita entender mejor el castigo que está sufriendo la población ucraniana, lejos del frente, en la retaguardia, como este sonido grabado por una chica que camina por Kiev.
Lo que Rusia ha desatado hoy en Ucrania, insisto, en su retaguardia, no en el frente, es una sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror. Segunda acepción de una palabra bien conocida, que Volodimir Zelensky utiliza correctamente
La imagen del puente que une Crimea con Rusia en llamas será sin duda una de las imágenes de este conflicto, la que permitirá ilustrar de forma más económica el enorme desastre de la invasión de Putin, su derrota en el campo de batalla. El ataque ha desatado las represalia de Putin, entendidas como tales, exhibidas como tales.
Los ataques contra el centro de la capital y otras localidades ucranias han causado al menos 11 muertos y 64 heridos. Estos son los datos.