Cruzan mi Españita las cundas en las que viajan los besos robados, las sucesiones de bofetada y morreo, los "te estás equivocando" y las cobras que les daban a los poetas las chicas que no querían que les recitaran. Yo creía que el amor era más amor cuando se equivoca que cuando acierta. Porque el amor es un idioma confuso: Se rechaza con el halago y se insulta al que se desea: bésame, idiota.
Al Estado siempre se le ha dado muy mal el amor. Yo que estoy decidido a no dar más el primer beso, me imagino cerrando los ojos y viendo a un juez. La 'ley-eslógan' de 'Montero Happyberdei' hace lo peor que puede hacer una ley, que es entrar en los subjetivo. Las cosas serán delito según le sienten a uno. El piropo, por ejemplo, será delito si el que lo recibe se siente humillado y yo lo entiendo porque hay gente que te da los buenos días y es que le arrancarías la cabeza. -¡Buenos días!
-¡Buenos días, tú!
¡No te fastidia! Y te dicen guapa, encima. Qué se han creído. Guapa.. ¡Guapa, tú!