Opinión en la brújula

La carta de Ónega al 'pasaporte de inmunidad': "Te quieren convertir en patrimonio"

Permíteme saludar a un invento que todavía no está concluido, pero creo que seduce al independentismo catalán. Seguro que nuestros oyentes escucharon hablar de tí, porque eres noticia desde la cumbre de presidentes. Te llaman “pasaporte” de nombre de pila y llevas el apellido de “inmunitario”, aunque también le dicen “pasaporte de inmunidad”.

Fernando Ónega

Madrid | 20.04.2020 23:28

Como diría don Pablo Casado del pacto que hoy se encarriló, lo de menos es el apellido. Lo que cuenta es tu nombre, pasaporte. Yo me imagino que llegaste a oídos del señor Torra, que lleva la mitad de su vida imaginando que para salir y entrar en Catalunya hay una ventanilla o una caseta con unos policías nacionales de un lado y unos Mossos d’Esquadra del otro, y en la ventanilla o la caseta pone “control de pasaportes”. Y de pronto surge el coronavirus.

Y Torra contempla horrorizado que el Estado español todavía existe, en contra de la tendencia a creer que había desaparecido de esa comunidad. Y descubre más horrorizado todavía que hay soldados del Ejército que, oh decepción, no entraron con sus tanques por la Diagonal, sino que fueron a levantar hospitales de campaña. Y lo que es peor: hay alcaldes que lo agradecen. Y Torra, siempre patriótico, decide que un virus de nada no va a estropear sus sueños. Y empieza a hablar de desconfinamiento diferenciado, porque todo lo que afecta a Cataluña tiene que ser diferenciado. Y su portavoz Budó acude a la doctrina tradicional y asegura que en una Cataluña independiente habría menos muertos. Y él oye la palabra pasaporte y se erotiza. Los expertos dicen que eso, de existir, tiene que ser supranacional, como el virus, que no conoce fronteras.

Pero Torra te defiende. Te incorpora a tu mundo onírico. Le importa la palabra: pasaporte. Da igual que se refiera a inmunizados o a forofos del Barça. Lo trascendente, lo relevante, lo histórico, es que cada catalán lleve en su bolsillo un documento con el mítico nombre de pasaporte. Empiezas por ser inmunitario y terminarás poniendo por arriba “República de Cataluña”. Por eso te escribo esta noche. Para darte la bienvenida. El sábado no existías. Hoy te quieren convertir en patrimonio, a medio camino entre símbolo de la república y nuevo hecho diferencial.