La cantante Silvia Pérez Cruz nos habla en Julia en la onda de su disco "Toda la vida, un día", que cuenta con 21 canciones, ordenadas en cinco movimientos, en los que la artista catalana regala 69 minutos de música.
A mi la música nunca me deja de sorprender
Es un trabajo en solitario, es el octavo ya, es conceptual y circular porque va de la niñez a la vejez y luego regresa al principio. "Quise hablar de la vida entera pero añadir esta idea de circularidad, del renacimiento. No como religión sino como entender que todo sigue" asegura.
"En el disco hablo de la muerte y del renacimiento en todos los sentidos. Yo creo mucho en la memoria, de qué es lo que pasa después. Pero me gustaba como idea de renacer de que de todos los finales nace un principio o que los principios nacen de finales, esa idea de positivismo" nos cuenta.
Quise hablar de la vida entera pero añadir esta idea de circularidad, del renacimiento
Julia le recuerda que Pasqual Maragall, con el alzheimer muy avanzado la voz de Silvia Pérez Cruz le traía recuerdos "tus canciones las recordaba y las podía cantar". "Es increíble, es espectacular, es muy emocionante. A mi la música nunca me deja de sorprender. Este caso, este rincón que ocupa en el cerebro intocable, un rincón sagrado donde todo se ordena" asegura.
"El disco dura 69 minutos, pero la verdad es que me ha salido así pero con toda la conciencia de los tiempos que vivimos. Yo también tengo menos concentración y todo es fugaz y todo muere el día en que nace. Pero yo necesitaba contar esto y me va bien porque así puedo hablar de esto que creo que todos vivimos esta ansiedad y necesitamos hablar de la lentitud, de recuperar los tiempos, de entender tu tiempo para hacer algo y cuidarlo como tú necesitas" afirma.
"El disco lo ordené por movimientos"
Silvia cuenta que el disco lo ordenó por movimientos, como la música clásica. "Eso me ayudó a nivel creativo porque podía trabajar sonoridades, formaciones diferentes a nivel musical era súper rico y me daba mucha amplitud" asegura
