ENTREVISTA EN JULIA EN LA ONDA

Ricardo Martínez, de Médicos sin Fronteras: "La falta de agua, higiene o saneamiento mata tanto como las bombas"

Ricardo Martínez, coordinador de logística de Médicos sin Fronteras, ha vivido de primera mano las condiciones de vida extrema a la que se está enfrentando la población gazatí; el sistema sanitario está completamente colapsado, y los compañeros de Martínez tienen que actuar con el escaso material sanitario que llega a la Franja.

ondacero.es

Madrid | 13.12.2023 19:20

Ricardo Martínez, coordinador de logística de Médicos sin Fronteras, lleva 17 años trabajando con la organización sanitaria a lo largo de todo el mundo, asistiendo a la población civil víctima de conflictos y epidemias. Uno de los territorios en los que trabaja de forma permanente es Gaza, que por su situación geopolítica y el cerco establecido por Israel lleva décadas sufriendo una situación sanitaria muy precaria.

Médicos sin Frontera refuerza su presencia en Gaza

Desde el estallido del conflicto entre Hamás e Israel hace dos meses, se calcula que han fallecido cerca de 18.000 personas en Gaza, y que la mayor parte de la población está sobreviviendo en condiciones pésimas de higiene y salubridad: ""La falta de agua, higiene o saneamiento mata tanto como las bombas", ha explicado Martínez en su entrevista en Julia en la Onda, donde ha explicado que Médicos Sin Fronteras lleva 40 años trabajando en el territorio de Gaza.

Tras el inicio de la ofensiva israelí, Médicos Sin Fronteras optó por mantener su sistema rotativo de apoyo, y Martínez, junto con otros compañeros, se desplazó hasta la Franja para ayudar a los compañeros de la asociación que trabajan allí permanentemente.

"Ahora mismo, las restricciones de entrada y salida son más ligeras", ha afirmado Martínez, que ha afirmado que, cuando acudieron a Gaza "nos costó más de dos semanas en obtener los permisos".

El norte de la Franja, incomunicado

Médicos Sin Fronteras se ha establecido en centros hospitalarios de zonas como Jan Yhunis o Rafah, aunque no ha podido acceder al norte del territorio, una de las zonas más castigadas de la Franja: "Si la situación es terrible en el sur, en el norte no nos podemos ni imaginar lo que estará sufriendo la gente", ha declarado el coordinador, que afirma que en el norte "hay una gran población que tiene miedo de huir".

Durante la entrevista, Martínez ha detallado algunos de los peligros que tiene que afrontar la población gazatí para desplazarse hasta el sur de la Franja, después de las advertencias de Israel: los civiles - muchos de ellos, niños- tienen que recorrer 40 kilómetros atravesando zonas de intensos combates entre Hamás e Israel, y atravesar los puestos de control establecidos por las fuerzas israelíes: "Son muy severos. La gente tiene miedo de pasar por esto", ha detallado Martínez, que afirma que el mínimo error en estos reconocimientos puede conllevar una muerte instantánea.

Hacinamiento y falta de acceso a la higiene

Una vez superados estas adversidades, la población llega a ciudades como Rafah, que han triplicado su población: en esta ciudad próxima a la frontera, donde solían vivir en torno a 300.000 personas, ahora se refugian un millón de desplazados. Con todo, indica el coordinador, ni siquiera en estas zonas la población está a salvo de los bombardeos: "Donde vayas, sabes que estás tomando el riesgo de ser alcanzado por un misil", ha aseverado Martínez.

En estas ciudades, repletas de personas refugiadas procedentes del norte, la falta de suministros y el bloqueo impuesto por Israel dificulta enormemente el trabajo de los médicos, que no cuentan con el material ni los medicamentos suficientes para ayudar a todo el mundo: "No se puede considerar ayuda humanitaria lo que estamos recibiendo", explica Martínez, que afirma que la ayuda llega "a cuenta gotas". En la entrevista, el coordinador de Médicos Sin Fronteras ha reclamado la apertura de las fronteras, para poder contar con el soporte humanitario: "¿Por qué no dejan pasar la ayuda humanitaria que es tan necesaria?", se ha lamentado el coordinador.

Ricardo Martínez ha señalado algunas de las complicadas situaciones a las que se enfrenta la población: el coordinador ha señalado que entre 6.000 y 8.000 personas no tienen recursos para mantener la higiene, y que la hacinación en las casas de acogida facilitan la proliferación de piojos, ictericia o sarna: "Es un cocktail diabólico en el cual tienen que vivir para poder subsistir" ha detallado el coordinador, que denuncia que las más de 50.000 mujeres embarazadas que se calcula que hay en Gaza no cuentan con una unidad de maternidad para dar a luz.

Una gran pérdida de vidas humanas

"Es muy difícil encontrar a personas que no hayan perdido a familiares directos", ha afirmado el responsable de Médicos sin Fronteras, que denuncia haber perdido a compañeros durante el conflicto: "Hemos perdido compañeros porque han querido ayudar a la gente", ha detallado Martínez, que afirma que regresará a Gaza: "A Palestina volveremos porque se lo debemos a todo el mundo".

En el tramo final de la entrevista, Martínez ha vuelto a denunciar la situación, lanzando varias preguntas:"¿Por qué?", se ha preguntado Martínez, que crítica la falta de acceso de ayuda humanitaria y la naturaleza del propio conflicto "¿Es que el mundo va a ser más feliz si desaparece Gaza?". "Son personas como nosotros que no tienen culpa de nada", ha aseverado el coordinador.