Numerosas personalidades de la literatura pero también de otros ámbitos han despedido, desde ayer, a Juan Marsé. Entre ellos, Arturo Pérez-Reverte, Luis García Montero, Manuela Carmena o la propia Julia Otero.
La capilla ardiente de Juan Marsé se abrirá hoy, 20 de julio, a partir de las 15.30 horas, en el Tanatorio de Sancho de Ávila. José Luis Ibáñez Ridao, periodista y escritor, hace un inciso: "Somos un país que enterramos muy bien, creo que es un poco duro decir que es el último clásico, Marsé era un benjamín de lo escritores de los 50, de la que nos quedan unos cuentos vivos como Caballero Bonald o Antonio Gamoneda. Quizá sea uno de los últimos clásicos muy populares, por su presencia en medios y por su integridad".
Añade Ridao: "Con Ferlosio se han ido dos de los cascarrabias de los 50... con esa cara de boxeador y de enfado permanente". "Era un tipo cuyo nacimiento y adopción están envueltos una nube, se cuenta que su madre lo tuvo en un taxi y murió en el parto y que fue el propio taxista, Marsé, fue quién le adoptó", cuenta sobre el escritor. "Se supo que el padre Faneca y el Marsé habían sido compañeros militantes de un partido republicano e independentista", añade. "Marsé era autodidacta, dejó de estudiar a los trece años y se formó gracias a la literatura y al cine", explica.