El director de l'Oceanogràfic de Valencia, Eduardo Nogués, explica en 'Julia en la onda' la labor que este tipo de centros realizan. "Los zoos y los acuarios tenemos que ser sitios que inspiren, conciencien y sensibilicen", determina.
El director explica que los animales "se han asilvestrado un poco" duranate el confinamiento al no haber público y que también ha habido un 'babyboom'. Además, cuenta que el día que reabrieron al público, el 1 de julio, se encontró con un señor que visitaba el acuario todas las semanas y le comentó que "habían engordado mucho los tiburones".
En relación a los tiburones, recuerda la campaña que comenzaron el pasado año en la que quisieron "poner en valor" la importancia que esta especie tiene. Este año, la campaña tendrá una segunda parte en la que tratarán de "cambiar el sentido, la percepción que impuso la película 'Tiburón' como asesino", pues el depredador es, en realidad, la especie humana.
"Tratamos de concienciar a nuestros visitantes con charlas que trasladan conocimiento", explica Eduado Nogués, aunque incide en que quiere que la gente disfrute, pero "salga más cuidadosa" de las visitas porque "las actitudes individuales son las que pueden hacer que salvemos al medio ambiente".
En el Oceanogràfic vive la única familia de Europa de belugas. Estas, en concreto, son procedentes de Argentina y remarca que tienen una relación con sus cuidadores similar a la que un perro tiene con su dueño.
En ese centro valenciano, el acuario más grande de Europa, alberga especies en peligro de extinción que necesitan de la labor de estos centros: "Nuestra razón de ser son los animales, cuidar bien a los animales”, reconoce, a pesar de que hay sectores animalistas que los critican".