A partir de ese momento el artículo 50 del tratado de Lisboa da un plazo de 2 años justos para el abandono definitivo. Las negociaciones en ese tiempo serán muy intensas y habrá montaña rusa porque los británicos quieren lo bueno y desprenderse de lo conflictivo. El modelo noruego no les vale porque eso comporta la libre circulación de personas; el suizo tampoco y menos el turco, porque no tendrían acceso al mercado interior de la Unión.
¿Qué quieren los británicos? Pues escoger de entre las 4 libertades que tiene Europa las que les convengan. De la libre Circulación de bienes, de servicios, de capitales y de personas, los ingleses quieren deshacerse solo de la última. Esperemos que Europa de la talla y sea inflexible y contundente: si las personas no británicas son mal recibidas en Reino Unido, los bienes y los capitales, también.