Qué pena. El retraso de un avión por niebla entre Pontevedra y Madrid me impidió asistir a la reunión convocada por la Fundación Española de la Nutrición (FEN) y la Federación Iberoamericana de Nutrición (FINUT). Una está presidida por el Dr. Gregorio Varela y otra por el Dr. Ángel Gil. Así que me cuidé mucho de estar atento a lo que decían sobre “La leche como vehículo de salud para la población”.
Este informe nace con el objetivo de aportar la evidencia científica que avala el valor indiscutible de la leche y de sus derivados en la nutrición. Así que tomen nota. La leche, alimento de origen animal que forma parte de la dieta humana desde el Neolítico, representa para la población una fuente fundamental de nutrientes y energía en las distintas etapas de la vida. Desde un punto de vista nutricional, es un alimento básico en el marco de una dieta equilibrada. La elevada densidad nutritiva de la leche viene dada por su magnífico perfil alimenticio en relación al valor calórico total, fácilmente incorporable a dietas para muy diferentes situaciones y tipologías.
La leche aporta proteínas de alto valor biológico y es la principal fuente dietética de calcio, no sólo por su elevado contenido en este mineral, sino también por su alta biodisponibilidad, favorecida por otros componentes tales como vitamina D o fósforo, presentes y con los que actúa de manera sinérgica. El consumo generalizado de este alimento fruto de los avances de la industrialización y el I+D+i, ha contribuido decisivamente a mejorar el estado de salud de la población, alcanzando tasas de penetración en los hogares españoles superiores al 95 por ciento. Por eso, incluir la leche como parte básica de una dieta variada y equilibrada en el contexto de un estilo de vida saludable.
Teniendo en cuenta los requerimientos nutricionales específicos para cada grupo de población, diferentes estudios demuestran que la ingesta nutritiva global de los españoles es inadecuada, en tanto que existen carencias de determinados nutrientes e ingestas superiores a las recomendadas para otros. La adaptación de la leche a los distintos requerimientos nutricionales de cada una de las etapas de la vida y situaciones fisiológicas especiales, representa una oportunidad para mejorar la alimentación, ya que favorece la adecuación de las ingestas insuficientes a las recomendaciones.
La incorporación de este tipo de leches adaptadas en la dieta de grupos de población que no cubran las cantidades diarias recomendadas de nutrientes a través de otros alimentos, representa una ayuda práctica y útil, además de sencilla y probada científicamente, para mejorar su alimentación y, en consecuencia, su estado de salud y calidad de vida.
La leche, por sus características físico-químicas, por su alta penetración y frecuencia de consumo en hogares y restauración, además de su conveniencia, es un vehículo ideal para favorecer una adecuada ingesta de determinados nutrientes tales como los ácidos grasos Omega 3, vitamina D o calcio, actualmente deficitarios en la dieta de la población española. Es lo que hay. Seguro.