Según el estudio “La percepción de la gota en España”, realizado por Grünenthal y la Liga Reumatológica Española (LIRE), el 43% de los españoles no consideran la gota como una enfermedad. De hecho un 42% de los encuestados piensa que se trata de una enfermedad incurable o desconoce si lo es o no, cifras que ascienden hasta el 50% entre los españoles de 30-34 años.
Es una realidad que existe un desconocimiento sobre esta patología y sus repercusiones en la calidad de vida. De hecho, en la III Reunión del Grupo de Estudio de Artropatías Cristalinas de la Sociedad Española de Reumatología (GEACSER), en la que colaboró el Grupo Menarini, se expusieron los riesgos que tiene la gota. Y es que según datos de la Sociedad Española de Reumatología, la gota es una enfermedad que incrementa un 30% el riesgo de mortalidad por cualquier causa y hasta un 40% por enfermedad cardiovascular.
Para el Dr. Mariano Andrés, reumatólogo del Hospital General Universitario de Alicante, es esencial la colaboración entre ambas especialidades. “El reumatólogo debe ser el responsable del manejo del riesgo cardiovascular de sus pacientes, pero puede precisar la cooperación del cardiólogo en casos de manejo complejo. Por su parte, el cardiólogo debe considerar a la gota como un factor de riesgo cardiovascular y tratar de identificarla en sus pacientes (sobre todo en aquellos con infartos o insuficiencia cardíaca) para ser remitidos y así conseguir un diagnóstico y manejo óptimo”, afirma el especialista. Es lo que hay. Seguro.