Psicología

Perfeccionista o con empatía: esto es lo que tus miedos dicen sobre tu personalidad, según la psicología

Cada persona interpreta el peligro y qué necesita para sentirse seguro de diferente manera.

Alicia Bernal

Madrid |

Miedo
Miedo | UFV

El miedo es una emoción básica y universal que surge como respuesta ante una amenaza percibida, ya sea real o imaginaria. ¿Cuál es su función principal? Protegernos. Cuando sentimos miedos se activan tanto mecanismos físicos, como mentales que preparan al cuerpo para huir, luchar o congelarse.

Pero no todo el mundo siente el mismo miedo, ni por las mismas cosas, ni con la misma intensidad. En psicología, la personalidad se entiende como el conjunto organizado y duradero de características psicológicas que definen el modo habitual de pensar, sentir y comportarse de una persona. Es lo que nos hace únicos y consistentes a lo largo del tiempo y en diferentes situaciones. De esta manera, cada persona interpreta el peligro y qué necesita para sentirse seguro de diferente manera. Es por ello que nuestros miedos funcionan como una ventana a nuestra mente y nuestras emociones.

La personalidad y los miedos

Dentro del campo de la Psicología, es común estudiar la relación entre la personalidad y las emociones básicas (como el miedo). Existen pruebas psicológicas estandarizadas que permiten explorar cómo los rasgos de personalidad se relacionan con los tipos e intensidades de miedo, ya sea de manera directa (evaluando el miedo) o indirecta (a través de la ansiedad, la sensibilidad al castigo, o los patrones de afrontamiento).

Según los psicólogos, cada temor refleja formas distintas de percibir el mundo, de protegernos y de relacionarnos con los demás. Repasamos algunos de ellos siguiendo el Modelo de los Cinco Grandes – Costa & McCrae, 1992:

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  • El miedo al fracaso, al rechazo, al peligro o a perder el control está íntimamente relacionado con personas de una alta reactividad emocional, tendencia a la ansiedad y a la preocupación constante.
  • El miedo a la exposición social, a la evaluación negativa y a situaciones nuevas se suele reflejar en personalidades con una hipersensibilidad a la crítica, así como una necesidad de evitar ser el centro de atención.
  • El miedo al error, a la desaprobación y a no cumplir con los deberes se muestran en personas tendentes al perfeccionismo, autocontrol rígido y autoexigencia.
  • El miedo al conflicto, a herir a otros y a perder vínculos afectivos refleja personas con una alta empatía, tendencia a complacer y a la evitación de confrontaciones.
  • El miedo al cambio, a la incertidumbre o a lo desconocido está muy presente en personas con preferencia por las rutinas, resistencia a lo nuevo o impredecible.

Por otro lado, existen personas que disfrutan del riesgo o el miedo controlado (como las películas de terror o los deportes extremos). Este tipo de personas tienden a ser curiosos, resilientes y buscadores de sensaciones, es decir, su miedo les sirve como desafío, no como freno.

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