En la primera concentración, de unas 1.500 personas frente a la sede de Podemos en la calle Princesa, apoyados por los sindicatos UGT y SLT, portaban pancartas en las que se podía leer frases como "Nosotros damos agua, no tiramos agua"; "Déjame trabajar"; "En el futuro cabemos todos"; "Somos trabajadores, no multinacionales".
Otras pancartas decían "Que el usuario pueda elegir"; "Yo sí pago impuestos" y "Mis hijos también comen", al tiempo que coreaban gritos de "Queremos seguridad, queremos trabajar", y "No a la violencia", controlados de cerca por la policía que estableció un cordón de seguridad frente a la sede de Podemos.
Los manifestantes ocuparon un carril bus en la calle Princesa donde pusieron un pequeño escenario en una furgoneta con micrófono, desde donde los conductores han acusado a Podemos de "buscar el voto de los taxistas". Tras ello, varios centenares de personas se han dirigido a la sede del PSOE, momento en que UGT se ha desvinculado de la marcha retirando sus carteles. Una vez en la calle Ferraz, se encontraron también con una amplia presencia policial y han cortado solamente un carril, sin que se hayan registrado incidentes.