CAUSAS Y ASPECTO

Lunares nuevos en la piel: por qué aparecen y cómo revisarlos

Los lunares pueden desarrollarse en cualquier parte del cuerpo y pueden cambiar o desaparecer con el tiempo.

Patricia Camacho

Madrid | 01.06.2022 08:14

Es importante revisarse los lunares de la piel para prevenir el melanoma
Es importante revisarse los lunares de la piel para prevenir el melanoma | Pexels

Los lunares (también llamados nevos o nevus) son pequeños crecimientos cutáneos, generalmente oscuros, que se desarrollan a partir de las células productoras de pigmento de la piel (melanocitos).

El nombre técnico de un nuevo lunar en nuestra piel es nevus melanocíticos, aunque también son conocidos como nevos. Es muy frecuente y normal que este fenómeno empiece a aparecer desde la infancia, concluyendo así en la adolescencia, asegura el doctor J. Rex Cavallé en el diario digital ‘Infobae’.

No obstante, a pesar de que regularmente aparecen durante la etapa de desarrollo, la edad no es un factor principal en el proceso causado por los grupos de células pigmentadas, aunque sí es poco común que después de los 50 años aparezcan nuevas manchas de este tipo.

A su vez, el experto en dermatología también menciona que, en promedio, la mayoría de las personas tienen entre 10 y 40 en todo el cuerpo a lo largo de su vida.

Causas

Los lunares se forman en el cuerpo debido a una proliferación "anormal pero benigna" de las células de la piel llamadas melanocitos, que tienden a crecer en grupos. Generalmente, estos melanocitos están distribuidos en toda la piel y son los que producen la melanina, es decir, el pigmento natural que proporciona color a la piel.

De esta manera, diferentes estudios han evidenciado que, en la mayoría de los casos, aparecen lunares nuevos en la piel debido a la interacción de múltiples factores genéticos asociados a la exposición solar que desencadena la aparición de los mismos.

Aspecto

Los lunares pueden tener diferentes colores, formas y tamaños:

  • Color y textura

Los lunares pueden ser marrones, marrón claro, negros, rojos, azules o rosados, así como suaves, arrugados, planos o tener relieve. Además, es posible que les crezca bello.

  • Forma

La mayoría de los lunares son ovalados o redondos.

  • Tamaño

Los lunares suelen tener alrededor de 6 milímetros de diámetro, aunque los nevos congénitos (aquellos que están presentes desde el nacimiento) pueden ser más grandes de lo habitual y cubrir parte de la cara, el torso o una extremidad.

Cabe destacar que los lunares pueden desarrollarse en cualquier parte del cuerpo y pueden cambiar o desaparecer con el tiempo.

Qué lunares pueden indicar la presencia de un melanoma

La mayoría de los lunares son inofensivos y, en raros casos, se vuelven cancerosos. No obstante, es importante que prestes atención a los cambios visuales y a otras manchas pigmentadas para detectar el cáncer de piel, especialmente el melanoma maligno.

Tal y como explica la web de la Clínica Mayo, la regla del ABCDE puede ayudarte a recordar a qué síntomas debes prestarle atención:

Web Clínica Mayo:

  • La letra A representa la asimetría

Una mitad es diferente a la otra.

  • La letra B representa el borde

Busca lunares que tengan bordes irregulares, cortes u ondas.

  • La letra C representa el color

Busca crecimientos que hayan cambiado de color, que tengan muchos colores o que presenten un color irregular.

  • La letra D representa el diámetro

Busca crecimientos recientes en lunares que tengan más de 1/4 de pulgada (alrededor de 6 milímetros).

  • La letra E representa la evolución.

Presta atención a los lunares que cambian de tamaño, forma, color o relieve. Los lunares también pueden evolucionar para desarrollar nuevos signos y síntomas, como picazón o sangrado.

Algunas personas corren un riesgo mayor que el promedio de que sus lunares se vuelvan cancerosos y se conviertan en melanoma. Estos son los factores que aumentan las probabilidades de tener un tumor maligno:

1. Nacer con lunares grandes

2. Tener lunares poco comunes

3. Tener antecedentes personales o familiares de melanoma

4. Tener la piel y los ojos claros, rubios o pelirrojos

5. Hacer un uso excesivo de las cabinas de bronceado artificial.

6. Pacientes que reciben tratamiento inmunosupresor, por ejemplo, tras un trasplante.

En estos casos, es necesario consultar a un especialista después de notar algún pigmento inusual en cualquier parte del cuerpo.

La tasa de incidencia del cáncer de piel se ha duplicado en las últimas décadas

Según datos de la Asociación Española contra el Cáncer (AEECC)recogidos por LaSexta, "la incidencia de los carcinomas de piel en España tienen una tasa de incidencia de 47 casos por 100.000 habitantes en el año 2020, con una tendencia al aumento de la incidencia en los últimos años, y la del melanoma es de 12 casos por cada 100.000 habitantes".

Por su parte, en el mismo medio, el Dr. Agustín Buendía, director de campañas de la Fundación Piel Sana de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), afirma que "el aumento de la esperanza de vida y especialmente de los estilos de vida con mayores exposiciones al sol son dos de los factores que han incidido en la elevada tasa de cáncer de piel registrada en los últimos años".

Cómo prevenir los lunares nevos

Concretamente, existen dos medidas que pueden ayudar a limitar la aparición de lunares nuevos y el melanoma, la principal complicación de estos:

  • Prestar atención a los cambios y hacerse revisiones

Es importante examinarse regularmente la piel para detectar cambios que puedan indicar la presencia de un melanoma. Mientras, en otros pacientes de riesgo, se recomienda un control periódico de lunares por parte del dermatólogo. En estos casos se realiza un seguimiento más estrecho y es el propio especialista el que decide cada cuanto tiempo hay que hacer las siguientes revisiones.

  • Protegerse de la piel

Asimismo, es necesario tomar medidas para proteger la piel de la radiación ultravioleta (UV), entre ellas, evitar las horas en las que el sol está más fuerte, usar protector solar todo el año, evitar las lámparas de bronceado y las camas solares, y cubrirse la piel con gafas de sol, sombreros y mangas largas.