NUEVO PAPA

Habemus Papam: Robert Prevost es elegido nuevo Papa en el Vaticano y se llamará León XIV

El cónclave ha finalizado: tras varias votaciones, finalmente el norteamericano Robert Prevost ha sido elegido como el máximo representante de la Iglesia Católica.

Habemus Papam en directo: el norteamericano Robert Francis es elegido nuevo Papa

Cómo se llama el nuevo papa: por qué Robert Francis ha elegido este nombre

Sandra Sánchez Merinero

Madrid |

El cardenal Robert Francis Prevost
El cardenal Robert Francis Prevost | Getty

Ciudad del Vaticano, 8 de mayo de 2025. Tras varios días de cónclave en la Capilla Sixtina, los cardenales reunidos en el Vaticano han elegido a Robert Prevost como nuevo Papa, que sucede al pontífice Francisco -fallecido a los 88 años el pasado 21 de abril- en el trono de San Pedro.

Con la tradicional fumata blanca y el repique de las campanas, la Iglesia Católica celebra la elección del 267 pontífice de su historia. El máximo representante de la Iglesia Católica ha elegido el nombre de León XIV. Ahora, la expectación es máxima y todas las miradas apuntan al balcón central de la Basílica de San Pedro para impartir su primera bendición Urbi et Orbi ante una plaza abarrotada de fieles y medios de comunicación de todo el mundo.

Así es Robert Francis

Nacido en Chicago el 14 de septiembre de 1955, hijo de padre de ascendencia francesa e italiana y madre de raíces españolas, Prevost encarna una identidad global que ha marcado toda su trayectoria. Además de su nacionalidad estadounidense, recibió la nacionalidad peruana en 2015 como reconocimiento a sus décadas de servicio pastoral en tierras andinas.

Licenciado en Ciencias Matemáticas por la Universidad de Villanova, cursó también estudios de Filosofía y Teología, antes de especializarse en Derecho Canónico en Roma, donde su tesis doctoral obtuvo la distinción magna cum laude. Habla español, italiano, francés y portugués, y puede leer latín y alemán, lo que refuerza su perfil como líder global en una Iglesia cada vez más diversa.

Misionero de los márgenes

Ingresó a la Orden de San Agustín en 1977 y fue ordenado sacerdote en 1982. Su vida dio un giro cuando fue enviado como misionero al Perú, donde trabajó en zonas rurales como Chulucanas y Trujillo, siendo párroco, formador de seminaristas y promotor de vocaciones. Fundó la parroquia Nuestra Señora de Monserrat en Trujillo y la Capilla Nuestra Señora Madre de la Iglesia, hoy Parroquia Santa Rita de Cascia.

Su cercanía con las comunidades más humildes le valió el aprecio de la gente y el apodo cariñoso de "el obispo misionero". A pesar de su creciente relevancia institucional, siempre mantuvo un perfil bajo y pastoral, enfocado en el servicio y la escucha.

Del liderazgo agustino a la Curia romana

Prevost fue elegido Prior General de los agustinos en 2001 y reelegido en 2007, lo que lo llevó a recorrer el mundo acompañando a las comunidades agustinas. En 2014 fue nombrado obispo titular de Sufar y administrador apostólico de Chiclayo, diócesis que asumió plenamente al año siguiente. Allí, además de su labor pastoral, enseñó Derecho Canónico, Patrística y Moral en seminarios mayores.

En 2023, el Papa Francisco lo designó Prefecto del Dicasterio para los Obispos y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina, uno de los cargos más influyentes en la Curia vaticana.

Un pontificado con sello latinoamericano y espiritualidad agustiniana

Su lema episcopal, "In Illo uno unum" ("En Aquel uno, uno"), expresa su compromiso con la unidad desde el carisma agustiniano. Su elección supone no solo un giro simbólico —por ser el primer Papa norteamericano y peruano—, sino también una apuesta por una Iglesia con rostro misionero, comunitario y sinodal, profundamente comprometida con los pueblos latinoamericanos.

Con una sólida formación intelectual y un corazón marcado por el servicio a los más pobres, el nuevo Papa encarna una síntesis entre la Iglesia del Norte y del Sur, entre la tradición y la misión, entre la ley y la misericordia.

Su pontificado, que hoy comienza bajo los aplausos de una plaza de San Pedro repleta de fieles, abre una nueva etapa para el catolicismo global.