NUEVO PAPA

Cómo se llama el nuevo papa: por qué Robert Francis Prevost ha elegido este nombre

Tomás Sanjuán

Madrid |

Cómo se llama el nuevo papa: por qué Robert Francis ha elegido este nombre
Cómo se llama el nuevo papa: por qué Robert Francis ha elegido este nombre | Photo by Franco Origlia/Getty Images

El 8 de mayo de 2025 pasa a la historia como el día en el que conocimos cuál es el papa Nº267 y sucesor del papa Francisco. Prácticamente 24 horas de cónclave han sido suficientes para que se pongan de acuerdo los 133 cardenales electores provenientes de 71 países.

Fue Dominique Mamberti el encargado de anunciar el "Habemos papam", y el afortunado ha sido el norteamericano Robert Prevost.

Y tal y como dice la tradición, Robert Prevost ha elegido un nuevo nombre para su pontificado. Y no es otro que León XIV.

¿Por qué ha escogido León XIV?

El nombre papal "León" tiene una rica tradición en la historia de la Iglesia. El último papa que lo llevó fue León XIII (1878–1903), conocido por su encíclica Rerum Novarum, que abordó la cuestión social y los derechos de los trabajadores, marcando un hito en la doctrina social de la Iglesia. Antes de él, León X (1513–1521) es recordado por su papel durante la Reforma protestante. El más influyente de todos fue León I, también conocido como San León Magno (440–461), quien defendió la autoridad papal y fortaleció la doctrina cristiana frente a las herejías.

Al elegir el nombre de León XIV, Prevost parece alinearse con estos predecesores que enfrentaron desafíos significativos y promovieron reformas importantes. Este nombre evoca una imagen de fortaleza, liderazgo y compromiso con la justicia social.

León XIV busca transmitir continuidad con el legado de Francisco, especialmente en áreas como la defensa de los pobres y los derechos humanos. Se espera que mantenga las reformas iniciadas por su predecesor, aunque posiblemente sin ampliarlas significativamente.

Además, el nombre "León" puede simbolizar un liderazgo fuerte y decidido, cualidades que podrían ser esenciales para enfrentar los desafíos actuales de la Iglesia, como la necesidad de fortalecer la inclusión y combatir la corrupción.

En resumen, la elección del nombre León XIV por parte del nuevo papa refleja una intención de honrar a líderes anteriores que guiaron a la Iglesia en tiempos de cambio y desafío, y sugiere un compromiso con la continuidad y la fortaleza en el liderazgo espiritual.

¿Por qué los papas se cambian de nombre?

Aunque no existe una ley canónica que obligue al nuevo Papa a cambiar su nombre de pila, la costumbre se ha mantenido a lo largo de la historia. La elección de un nuevo nombre marca un punto de inflexión en la vida del elegido, representando su nueva misión y su conexión con sus predecesores.

Históricamente, la práctica se popularizó a partir del siglo VI. El papa número 56, Juan II, cuyo nombre de nacimiento era Mercurio, consideró inapropiado llevar el nombre de un dios romano. Este hecho sentó un precedente que fue seguido por muchos otros pontífices a lo largo de los siglos.