El artículo 7 del borrador de decreto es el que presenta más dudas para el Gobierno central, ya que impide participar en ningún procedimiento de movilidad o acceder a la carrera profesional a aquellos trabajadores sanitarios que no puedan acreditar su capacitación lingüística de catalán dos años después de haber accedido al puesto por oposición.
El futuro decreto contempla que los médicos y enfermeros tendrán que tener la titulación de catalán B1 (elemental) y los auxiliares de enfermería el nivel A2 (básico).
Los que ganen una plaza en las oposiciones sin tener de partida esas titulaciones de la lengua cooficial dispondrán de dos años para alcanzarlos.
Si no lo hacen, tendrán restringidos los traslados, la promoción interna y el acceso a la carrera profesional, lo que supone una serie de pluses.
Quienes ya tengan reconocido su derecho a la carrera profesional no estarán sometidos a estos requisitos.
El pasado 18 de febrero unas 2.500 personas se manifestaron por las calles del centro de Palma para protestar contra este proyecto de decreto del Govern balear.
La marcha fue organizada por la plataforma ciudadana "Mos Movem, En Marcha, Let's go" y el lema era "Los idiomas no salvan vidas. Por una sanidad sin fronteras lingüísticas".