"Movió la camilla porque le gusta estar de perfil al paciente, que para cirugías de este tipo tiene mejor acceso al paciente para que no vea la gente", esa es una de las argumentaciones que ha esgrimido ante la juez el cirujano plástico detenido en Murcia por la presunta violación de una paciente mientras estaba anestesiada.
En su declaración, a la que ha tenido acceso laSexta, el acusado sostiene que en ningún momento agredió sexualmente a la mujer y atribuye las imágenes y comportamientos recogidos en el atestado policial a cuestiones puramente técnicas y de vestimenta.
Según su versión, los pantalones del pijama quirúrgico que utilizó eran de talla XL, le quedaban holgados y "se le caían", motivo por el que aparece con ellos bajados en el quirófano. Asegura además que llevaba ropa interior debajo, junto con medias de compresión que le cubrían hasta el abdomen y que no cuentan con bragueta, justificadas por problemas de varices derivados de pasar muchas horas de pie.
El acusado también trata de normalizar los movimientos oscilantes que se observan en el vídeo grabado en el quirófano. Afirma que esos movimientos de vaivén son habituales en este tipo de intervenciones y que se producen durante las extracciones de grasa.
En cuanto al cambio de orientación de la camilla, señalado por la Policía Nacional como una maniobra para evitar ser visto y controlar la entrada y salida del quirófano, sostiene que lo hizo "por el bien de la paciente" y porque le gusta colocarse de perfil para tener mejor acceso durante la cirugía.
El cirujano insiste en que no tocó a la víctima más allá de lo necesario para colocar gasas y que en todo momento sus manos estuvieron al aire, ya que el instrumental se lo entregaban las enfermeras. Una versión que no ha convencido al juez, que ha decidido mantenerlo en prisión provisional.
El atestado policial
La detención se produjo después de que dos enfermeras del hospital IMED Virgen de la Fuensanta, en Murcia, alertaran de comportamientos sospechosos durante una intervención quirúrgica. El acusado no era empleado del centro y habría alquilado el quirófano para operar. El atestado policial recoge que fue visto con la mascarilla por debajo de la nariz, los pantalones por los suelos y que habría gastado un bote de lubricante entero.
Mientras tanto, la investigación sigue abierta y no se descarta que haya más víctimas. Otras tres pacientes podrían haber sido violadas presuntamente por el mismo cirujano, aunque por el momento solo una ha presentado denuncia formal. La víctima principal cayó en estado de shock tras conocer lo ocurrido, ya que estaba inconsciente durante los hechos.

