El portavoz de FACUA, Rubén Sánchez, ha justificado la solicitud de una investigación tras las denuncias aparecidas en redes sociales y medios de comunicación, en las que se indica que este teléfono móvil "supuestamente fabricado en Extremadura" no era más que un aparato de otra marca, fabricado en China, "y al que se le ha cambiado la carcasa".
Esta labor inspectora tiene como objetivo "garantizar los derechos de los consumidores", según ha informado la Junta de Extremadura.
La iniciativa del Instituto de Consumo extremeño ha sido adoptada de oficio y antes de que la Unión de Consumidores de esta comunidad autónoma elevara esta petición, han añadido las mismas fuentes.
Asimismo, el Ejecutivo regional ha asegurado que no ha destinado subvenciones públicas al proyecto empresarial 'Zetta Europa', firma impulsora de estos móviles.