Los dos menores detenidos por el asesinato de María Belén, una auxiliar técnico educativa (ATE), cuentan con un amplío historial delictivo. Robo de vehículos, persecuciones de la Policía o agresiones son algunos de los delitos cometidos por los jóvenes D.G.P y J.J.G.
La noche del domingo María Belén fue asesinada por tres menores que vivían en un piso de cumplimiento de medidas judiciales de Badajoz. La auxiliar técnico educativa (ATE), de 35 años y natural de Castuera (Badajoz), fue agredida mortalmente en la vivienda citada anteriormente por tres adolescentes residentes, dos chicos de 14 y 15 años y una joven de 17, que fueron detenidos.
Se dieron a la fuga tras el asesinato
Según las primeras pesquisas, la educadora pudo ser asfixiada con un cinturón. Tras la agresión mortal, los tres menores cogieron las llaves del coche de la víctima y condujeron en dirección a Mérida. Sin embargo, tuvieron un accidente de tráfico a la altura del municipio pacense de Lobón, a unos 30 kilómetros de la capital extremeña.
En el lugar del accidente fue detenida la joven mientras que los dos chicos fueron localizados en Mérida, ha informado el delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana.
En la vivienda, donde residían tres chicos de entre 14 y 17 años y una joven de 17 años, trabajan cinco auxiliares técnicos educativas, entre ellas la ahora fallecida, un coordinador y otro profesional, todos ellos con turnos rotatorios, relató una de trabajadoras, que quiso omitir su identidad por "miedo".
"Se vivía una situación muy difícil desde hace quince días, con algunos robos y fugas", explicó esta auxiliar, quien lamentó que "esta tragedia le podría haber ocurrido a cualquiera".
"Los menores son cada vez más agresivos, por lo que son necesarias más medidas. A quienes cometen estos hechos les sale muy barato matar", criticó Sheila Gómez, compañera de la trabajadora social asesinada.
El historial delictivo de dos de los menores detenidos
Los compañeros de María Belén sabían que una tragedia como la acaecida la noche del domingo podía pasar, por el elevado nivel de agresividad de los menores detenidos.
Tal y como publica este martes 'El Mundo', el menor de 15 años era un experto en el hurto de vehículos y "llegó a cometer hasta 37 delitos en un fin de semana", según el testimonio de una fuente cercana al caso que conoce de cerca el drama por el que ha atravesado la familia.
El menor de 15 años había regresado a la vivienda tutelada unas semanas antes del crimen, después de que en Mérida también cometiese varios actos delictivos. Las amenazas y agresiones a tutores y profesores eran algo habitual en su comportamiento. Llegó a golpear a un profesor por ponerle un cero en un examen.
El recorrido del detenido se repetía una y otra vez: "del centro de menores a intentar la reinserción y, tras cometer algún delito, de nuevo a los pisos tutelados con la supervisión de una educadora social como María Belén", informa 'El Mundo'.
Por su parte, el menor de 14 años agredió a su padre hasta en cuatro ocasiones en el intervalo de un mes y medio, llegando a romperle la nariz, según publica este diario.
Internamiento en régimen cerrado
El Juzgado de Instrucción número 1 de Badajoz ha adoptado la medida cautelar de internamiento en régimen cerrado para los tres menores detenidos.
Las diligencias judiciales abiertas se siguen por los presuntos delitos de homicidio, robo con violencia y contra la seguridad vial, han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx).
La medida cautelar de internamiento en régimen cerrado ha sido adoptada por el juzgado a petición de la Fiscalía de Menores de Badajoz, instructora de la causa, tras una vista celebrada en sede judicial.
