A los jóvenes les "compensa" emborracharse, el sexo sin control o fumar porros a pesar de los riesgos que asumen
Los jóvenes españoles de entre 15 y 29 años consideran que, pese a los riesgos que entraña, emborracharse, fumar porros o tener sexo sin control "merece la pena y les compensa a nivel social, relacional o experimental".
Así, al 40 % le compensa emborracharse y perder el control; el 25% asume las consecuencias de fumar porros y conducir a mucha velocidad y el 15 % entiende que no usar preservativo merece la pena a pesar del riesgo de las enfermedades de transmisión sexual.
Estos son algunos de los datos del Barómetro 2017 de ProyectoScopio elaborado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la FAD -con el apoyo de Banco Santander y Telefónica- con entrevistas a 1.247 jóvenes de 15 a 29 años.
La media de quienes conocen y asumen los riesgos de estas prácticas es del 26 %.
Quienes perciben esta compensación como "razonable" son sobre todo hombres menores de 25 años con estudios secundarios, de clase media o baja y que viven solos o con sus padres.
Analizar la percepción de los riesgos, así como la compensación al asumirlos, son factores necesarios para explicar borracheras, el no uso de preservativo, la conducción temeraria o el meterse en peleas, entre otros comportamientos, sostiene el estudio.
Una de las conclusiones es que, en general, el grado de compensación percibido para este tipo de comportamientos es menor entre las mujeres.
Sobre el consumo de drogas, el 43,5 % de los jóvenes y adolescentes percibe sus riesgos; un 16,5 % creen que su ingesta entraña una seguridad media y un 40 % no percibe ningún peligro y se siente seguro cuando consume.
Las consecuencias derivadas de fumar porros resultan asumibles para un 23,2 % de los encuestados (el 13,6 % cree que les compensa medianamente y un 9,6 % que le compensa mucho), porcentaje caracterizado por un perfil más masculinizado y con estudios secundarios o de bachillerato.
El consumo de cocaína o pastillas y sus consecuencias son asumibles por un 6,9 %.
Al preguntarles por sus hábitos al volante, el 12 % reconoce que ha conducido después de haber bebido alcohol, el 8 % tras fumar cannabis y el 3 % tras ingerir drogas estimulantes.
También este tipo de conducción temeraria es más frecuentes entre los hombres y, en este caso, mayores de 25 años.
En este sentido, un 35,2 % de los encuestados sí reconoce la baja o nula seguridad de su comportamiento.
Según el estudio, de quienes conducen de forma temeraria, sólo al 2,1 % le "compensa claramente".
Un porcentaje que se eleva hasta el 25 % en el caso de la compensación por conducir a mucha velocidad, pese a los riesgos.
Casi la mitad de los jóvenes ha tenido relaciones sexuales sin preservativo (el 26 % siempre o casi siempre), una práctica más frecuente entre los mayores de 20 años y entre quienes viven en pareja.
Y aunque el 40 % se declara inseguro ante la falta de protección en el sexo, el 15 % asegura les "compensa de forma clara".
Algo más del 10 % ha participado en enfrentamientos con violencia física, conducta más frecuente entre los chicos.
El Barómetro 2017 de ProyectoScopio también ha analizado la compensación frente a otras actividades como el uso de TIC o la práctica de deporte de riesgo.
Y el resultado es que estos comportamientos "desafían las capacidades personales de quienes los realizan, considerándose indicadores del valor que otorgan a la experimentación".
Por ejemplo, la vulnerabilidad derivada de colgar fotos íntimas en redes sociales compensa a un 9,3 % de los jóvenes, y el 28,7 % encuentra una compensación media.
Un 76,6 % considera asumibles los riesgos derivados de la práctica de deportes como el paracaidismo, el rafting o el motocross.