GRIPE

Qué es la 'super gripe H3N2', el virus que más preocupa este invierno: síntomas y factores de riesgo

Este virus circula desde hace años, pero esta temporada llega con una nueva variante que se contagia con mucha facilidad. Los síntomas de esta llamada "super gripe" no son extraños, pero sí suelen ser más bruscos y difíciles de llevar.

Tomás Sanjuán

Madrid |

Personas con mascarillas salen de urgencias del Hospital La Paz. El Ministerio de Sanidad impondrá el uso obligatorio de mascarillas en los centros de salud de toda España a partir del próximo miércoles 10 de enero, debido al reciente aumento de casos de virus respiratorios como la COVID-19 y la gripe, y a la saturación de algunos hospitales.
Personas con mascarillas salen de urgencias del Hospital La Paz. El Ministerio de Sanidad impondrá el uso obligatorio de mascarillas en los centros de salud de toda España a partir del próximo miércoles 10 de enero, debido al reciente aumento de casos de virus respiratorios como la COVID-19 y la gripe, y a la saturación de algunos hospitales. | GETTY

Este invierno, la gripe ha vuelto con fuerza y lo ha hecho con un nombre que suena especialmente alarmante: la llamada "super gripe H3N2". Aunque el término puede llevar a pensar en un virus nuevo o especialmente peligroso, no se trata de nada desconocido. Es, en realidad, la gripe estacional provocada por un subtipo del virus de la influenza A que circula desde hace años, pero que en esta temporada está dominado por una nueva variante que se contagia con mucha facilidad.

Super gripe H3N2

El subtipo H3N2 se caracteriza por dos proteínas de su superficie, conocidas como hemaglutinina (H3) y neuraminidasa (N2). Lo que ha cambiado este año es que una variante concreta, identificada como subclado K, ha acumulado pequeñas mutaciones que la diferencian de las cepas recientes. Esa deriva genética explica por qué el virus se está extendiendo tan rápido y por qué la vacuna de esta temporada no encaja de forma perfecta, aunque siga ofreciendo protección frente a las formas más graves.

En Europa, y especialmente en países como España o Reino Unido, la temporada de gripe se ha adelantado y está siendo intensa. No porque el virus cause cuadros más graves de manera individual, sino porque está infectando a muchísimas personas en poco tiempo. Ese volumen de casos es el que está poniendo contra las cuerdas a hospitales y centros de salud, con más consultas, bajas laborales e ingresos, algo que no se veía con tanta claridad en las últimas temporadas.

Los síntomas

Los síntomas de esta llamada "super gripe" no son extraños, pero sí suelen ser más bruscos y difíciles de llevar. La fiebre alta, que puede superar los 38 o 39 grados, aparece de forma repentina y suele ir acompañada de escalofríos y un fuerte malestar general. A esto se suman dolores musculares y articulares intensos, dolor de cabeza, a menudo localizado detrás de los ojos, y un cansancio extremo que, en algunos casos, se prolonga durante semanas. La tos seca persistente y el dolor de garganta son frecuentes, mientras que la congestión nasal suele ser menos marcada que en un catarro común.

El mayor problema aparece cuando el virus afecta a personas vulnerables. En estos casos, la gripe H3N2 puede complicarse con bronquitis o neumonía, provocando dificultad para respirar, opresión en el pecho y un empeoramiento rápido del estado general que requiere atención médica urgente.

Entre los colectivos más expuestos están los mayores de 65 años, especialmente si tienen enfermedades cardiovasculares o respiratorias previas. También los niños pequeños, sobre todo los menores de cinco años y, con más preocupación aún, los menores de dos. Las mujeres embarazadas constituyen otro grupo sensible, debido a los cambios inmunitarios y respiratorios propios de la gestación. A ellos se suman las personas con enfermedades crónicas como asma, EPOC, diabetes, obesidad, patologías cardíacas o renales, así como quienes tienen el sistema inmunitario debilitado por tratamientos oncológicos u otras causas.

¿Vacunarse?

Aunque la vacuna de este año no coincida al cien por cien con la nueva variante, sigue siendo la mejor herramienta disponible. Puede que no evite todos los contagios, pero sí reduce de forma significativa las complicaciones graves y los ingresos hospitalarios.

El virus se transmite, como otras gripes, a través de las gotas respiratorias al toser, estornudar o hablar, y también por contacto con superficies contaminadas. De ahí que las recomendaciones sigan siendo claras: vacunarse si se pertenece a un grupo de riesgo o se convive con personas vulnerables, extremar la higiene de manos, ventilar bien los espacios cerrados y evitar acudir al trabajo o al colegio con fiebre. En momentos de alta circulación, el uso de mascarilla en lugares concurridos también puede marcar la diferencia.