El Estado de la Ciudad del Vaticano ha abierto la puerta a sancionar con despidos a aquellos empleados que rechacen vacunarse contra la Covid-19 al subrayar que negarse "puede constituir un peligro también para las demás personas y aumentar seriamente el riesgo para la salud pública".
Además, la nueva regulación de la campaña de vacunación contempla otras multas para todos aquellos que se salten otras medidas en vigor contra la pandemia del territorio vaticano, que incluye también la plaza de San Pedro, la Basílica, los Museos Vaticanos pero también las embajadas de la Santa Sede en el extranjero.