Una madre ha tatuado a uno de sus hijos gemelos para distinguirlos y aunque suene a barbaridad, tiene una explicación bastante más lógica de lo que podemos pensar en un primer momento.
Después de dar a luz a Jack y Adam, así se llaman estos gemelos, esta mujer de 31 años y su pareja descubrieron que uno de los pequeños, Jack, tenía una enfermedad que requería tratamiento. Un tratamiento que ahora que es muy pequeño se administra mediante una inyección semanal y que ya de mayor podrá administrarse en forma de pastillas.
La abuela de los niños les cuida a menudo mientras los padres trabajan y más de una vez se ha encargado ella de ponerle la inyección a Jack. Bien, pues uno de esos días no supo diferenciar a los gemelos y le puso la inyección a Adam en vez de a Jack. Al darse cuenta, llamó a emergencias, ingresaron al pequeño en el hospital y le pusieron otra inyección que revertía la primera.
Fue entonces cuando uno de los médicos del hospital recomendó a la pareja hacerle a Jack lo que se conoce como un 'tatuaje médico'. ¿En qué consiste? Se tatúa una peca al bebé, no más grande que la punta de un lápiz, en algún sitio de la piel que se vea fácilmente (a Jack se lo han puesto en el lóbulo de la oreja) y el tatuaje se hace por supuesto con el niño sedado. Un tatuaje que por cierto tras dos o tres años suele haberse desgastado bastante, pero la pareja cuenta con que por entonces los gemelos ya hayan desarrollado características más personales que permitan que lo sucedido no vuelva a pasar.
