Cuando escuchas las siglas "MAGA", es inevitable que pienses en "Make America Great Again", es decir, "Haz a América grande otra vez". Pero lo que comenzó como un eslogan de campaña se ha convertido en algo mucho más complejo: un movimiento político, cultural y social que orbita alrededor de Donald Trump, sus ideas y su estilo.
El origen
Aunque Trump popularizó "Make America Great Again" en 2015, su origen se remonta a la campaña de Ronald Reagan en 1980, bajo el lema "Let’s Make America Great Again". De hecho, Bill Clinton también reutilizó la frase en los años 90.
Sin embargo, lo que diferencia a MAGA de otras campañas de anteriores presidentes es su profundidad ideológica. No se trata solo de una llamada al patriotismo, sino de una narrativa que sostiene que Estados Unidos fue grande, la grandeza se perdió por culpa de la globalización, la inmigración y el multiculturalismo, y que esa grandeza puede recuperarse.
Los pilares del MAGA
Las bases del lema están claras: proteccionismo económico, control estricto de fronteras, defensa de valores judeocristianos y una valoración de la familia tradicional.
MAGA no se quedó en el típico lema de los discursos. Fue más allá, porque adoptó formatos potentes como las famosas gorras rojas, que se tradujeron en un icono visual del trumpismo. Lo que inició como merchandising se amplificó, y ha generado una base emocional.
Dark Maga
Incluso dentro de MAGA existe un sector radical que se define como "Dark MAGA", una versión autoritaria que mezcla estética apocalíptica y una idolatría total hacia Trump.
¿Por qué importa hoy?
MAGA se ha convertido no solo en una tendencia electoral, sino en un auténtico poder dentro del Partido Republicano, con Donald Trump como su líder indiscutible. La política "América primero" asociada a MAGA ha generado tensión en las relaciones internacionales a través de los famosos aranceles, retiradas de acuerdos multilaterales y desafíos en materia climática.
Lo que empezó como un slogan pegadizo ahora es en un fenómeno global, porque ya es una ideología populista que busca restaurar una "América grande" desde una visión nacionalista, tradicionalista y proteccionista. Ha sido impulsado por Trump, y ya ha generado una marca cultural, un estilo mediático, simbólico y emocional que hoy define gran parte del debate político, social y cultural de Estados Unidos, y que además, cala en buena parte del mundo.

La ruptura entre Trump y Elon Musk ha sacudido el movimiento
La reciente ruptura entre Donald Trump y Elon Musk ha generando verdaderas turbulencia en las filas del movimiento MAGA.
La relación entre ambos comenzó como una alianza política y empresarial, con Musk aportando casi 300 millones de dólares y apoyo logístico durante la campaña, derivó en una guerra pública tras el desacuerdo por el paquete legislativo conocido como el "Big Beautiful Bill". En pocos días, Musk llamó a boicotear la ley y señaló posibles vínculos de Trump con Jeffrey Epstein, mientras que el expresidente respondió amenazando con retirar los millonarios contratos de SpaceX y Tesla.
Y el impacto sobre el movimiento MAGA ha sido inmediato. Por ejemplo, figuras del ala más radical, como Steve Bannon, se han alineado públicamente con Trump, insinuando incluso la vía de la deportación de Musk. Mientras tanto, estrategas republicanos en Washington reconocen que la brecha refleja la fragilidad de la coalición, porque como es lógico, el choque entre el populismo nacionalista de Trump y la visión globalista y tecnológica de Musk expone profundas divisiones ideológicas.
Es decir, esta ruptura esta sugiriendo la idea de que es posible que estemos ante una reconfiguración del movimiento.


