El vehículo se dirigía de Portugal a Suiza y se salió de la vía en Charolle, en el este del país, presumiblemente debido al hielo provocado por las bajas temperaturas, indicó el prefecto (delegado del Gobierno) de Saône et Loire, Gilbert Payet.
Cerca de 75 bomberos, ambulancias y personal sanitario se desplazaron hasta el lugar del siniestro para socorrer a las víctimas, todas ellas de nacionalidad portuguesa. Los heridos graves, entre los que se incluye el niño de dos años, fueron trasladados directamente a hospitales cercanos, mientras que los leves fueron atendidos en un primer momento en un puesto médico instalado de forma temporal.
Algunos de los heridos graves salieron despedidos del vehículo, por lo que la investigación abierta por la Fiscalía investiga si llevaban puesto el cinturón de seguridad. La fiscal de Mâcon, Karine Malara, manifestó que las pesquisas estudian igualmente la velocidad del autocar, en el que iban 32 personas.
Los dos chóferes se encuentran entre los heridos leves y van a ser interrogados. La Prefectura (delegación gubernamental) indicó en un principio que la cifra de muertos ascendía a cinco, pero una de las personas que había sufrido un paro cardíaco pudo ser reanimada.
El ministro francés del Interior, Bruno Le Roux, expresó en un comunicado sus condolencias a las familias de las víctimas y su apoyo a los equipos de rescate, que ya han finalizado la evacuación de los heridos.
La ruta RN79 en la que se produjo el accidente atraviesa Francia de este a oeste y destaca como uno de los ejes más peligrosos del país. Es la misma en la que el pasado 25 de marzo murieron otros doce portugueses, dos de ellos menores de edad, en la colisión frontal entre la furgoneta en la que viajaban y un camión.