El presidente de EE.UU, Donald Trump, ha ordenado la construcción de dos nuevos buques de guerra que llevarán su nombre y que serán parte de la llamada "flota dorada", que aseguró serán "100 veces más poderosos" que los existentes en la actualidad.
Los buques descritos por el mandatario como "acorazados" serán los primeros de la futura "clase Trump" y comenzarán a ser construidos "inmediatamente", según el presidente, que indicó que se espera que más adelante se puedan llegar a armar hasta 25 más. La presentación de la nueva "flota dorada", como la nombró el republicano, tuvo lugar en su residencia privada de Mar-a-Lago en Florida, mismo estado donde los buques serán construidos por contratistas que se reunirán con el mandatario la próxima semana.
Trump insistió en la importancia de construir estos acorazados "con rapidez" y criticó a las actuales empresas que se dedican a la construcción de naves para la Armada porque, según él, "no están haciendo un buen trabajo".
La nueva orden presidencial busca priorizar una de la grandes metas de la Administración Trump de revitalizar la industria naval estadounidense y expandir la capacidad de construcción de buques militares en medio de la preocupación por el desfase frente a competidores como China y las limitaciones de los astilleros nacionales. Además, el anuncio sobre la construcción de nuevos buques de guerra llega una semana después de que el mandatario ordenara confiscar todos los petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela para estrangular la llamada "flota fantasma" y la industria del crudo, la principal del país caribeño.
Amenazas a Nicolás Maduro
Trump también ha declarado que sería "inteligente" que el líder venezolano, Nicolás Maduro, eligiera dejar el poder y le advirtió que si "se hace el duro" será "la última vez" que lo haga. Al ser preguntado en una rueda de prensa en su residencia privada de Mar-a-Lago (Florida) sobre si la estrategia de Estados Unidos es derrocar a Maduro, Trump respondió: "Creo que probablemente sí. No puedo asegurarlo. Eso depende de él. De lo que quiera hacer. Creo que sería inteligente si lo hiciera. Pero ya lo averiguaremos"
Al ser cuestionado sobre por qué Maduro debería tomarse en serio la amenaza de que Estados Unidos atacaría "pronto" dentro del territorio venezolano, Trump advirtió que habría consecuencias si el mandatario venezolano "se hace el duro". "Puede hacer lo que quiera. Es lo que él decida hacer. Si se hace el duro, será la última vez que pueda hacerlo", declaró.
Trump reiteró su acusación de que el Gobierno de Maduro está inundando a Estados Unidos de drogas y criminales provenientes de las cárceles venezolanas.
Sus declaraciones se producen en medio del incremento de la tensión con Caracas por la orden de Trump de bloquear la entrada y salida de Venezuela de buques petroleros sancionados por el Gobierno estadounidense.
En la rueda de prensa, Trump dijo que Estados Unidos se quedará con los 1,9 millones de barriles de petróleo del buque confiscado el pasado 10 de diciembre. "Nos lo quedaremos. Puede que nos lo quedemos, lo vendamos o lo mantengamos en nuestras reservas estratégicas. Nos lo quedaremos y los buques también".
Hasta ahora, el objetivo oficial de la estrategia del Gobierno estadounidense hacia Venezuela es frenar el narcotráfico y recuperar los "derechos petroleros" de las empresas estadounidenses, pero no habla abiertamente de deponer a Maduro.
Las bonificaciones a cada extranjero que se "autodeporte"
El Gobierno de Trump ha anunciado una bonificación valorada en 3.000 dólares (más de 2.500 euros) y viajes pagados a aquellos extranjeros sin documentación que acepten salir del país norteamericano antes de que acabe el año.
"Los inmigrantes indocumentados deberían aprovechar esta oportunidad y autodeportarse, porque si no lo hacen, los encontraremos, los arrestaremos y nunca regresarán", ha asegurado en un comunicado la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, sobre una iniciativa en el marco de una campaña navideña con la que Washington espera acelerar las deportaciones masivas.
Será esta cartera la que organice el viaje de las personas que accedan a "autodeportarse" a través de la aplicación CPB y quien abone el nuevo estipendio, que triplica los 1.000 dólares (850 euros) anunciados en mayo con la misma finalidad.
De acuerdo a Noem, desde enero de 2025 1,9 millones de extranjeros irregulares se han autodeportado "voluntariamente", incluidos decenas de miles que lo han hecho a través de esta aplicación creada con otro objetivo durante el mandato de Joe Biden.
La Administración de Donald Trump ha valorado este programa como una alternativa más eficiente a las detenciones y deportaciones, argumentando que el coste promedio de arrestar, detener y deportar a una persona rondan los 17.000 dólares (14.400 euros), según recoge la agencia de noticias Bloomberg.

