pasarán el fin de semana en Las Marismillas

Sánchez y Merkel debaten este sábado en Doñana la política de inmigración, la defensa europea y la reforma del euro

El presidente ha invitado a la canciller a pasar el fin de semana en Las Marismillas, como hicieron Aznar y González con otros mandatarios.

ondacero.es

Madrid | 11.08.2018 08:39

El jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, y la canciller alemana, Angela Merkel
El jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, y la canciller alemana, Angela Merkel | EFE

La canciller alemana, Angela Merkel, viajará este sábado al Parque Nacional de Doñana, invitada por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, para un fin de semana de trabajo destinado a abordar los temas clave de la agenda europea con especial atención a la migración, "un asunto en el que mantienen un enfoque conjunto", según informó el Palacio de la Moncloa.

Además, hablarán de la reforma de la unión económica y monetaria europea, en la que Sánchez quiere subrayar la necesidad de tener en cuenta el pilar social y las directivas de calidad en el empleo; harán balance de la reciente cumbre de la OTAN y debatirán las posibilidades de reforzar la defensa europea.

Merkel llegará este sábado al Palacio de los Guzmanes, sede de la Fundación Casa Medina Sidonia, en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) y allí celebrará una reunión de trabajo con Sánchez, acompañados de asesores, y, posteriormente, un almuerzo. Allí mismo ambos comparecerán después ante los medios.

Después comenzará la parte más privada de la visita, en la que los dos mandatarios podrán seguir debatiendo de forma más personal y directa. Merkel se alojará en la finca de Las Marismillas, donde Sánchez veranea con su familia, y a la que solo se puede llegar cruzando el Guadalquivir desde Sanlúcar o recorriendo 30 kilómetros de playa, en bajamar, desde Matalascañas (Huelva).

El domingo está previsto que ambos visiten el centro de cría en cautividad del lince ibérico 'El Acebuche', dentro del Parque Nacional de Doñana.

Con esta invitación, Sánchez recupera algo que fue tradición en los gobiernos de Felipe González y José María Aznar. El socialista llevó a Las Marismillas al entonces presidente francés, François Mitterrand, al canciller alemán Helmut Kohl o al expresidente de la ya desaparecida URSS Mijail Gorbachov.

Aznar compartió allí jornadas con el entonces primer ministro británico, Tony Blair; el presidente de México Ernesto Zedillo y el de Colombia, Andrés Pastrana, y con el primer ministro marroquí Abderramán Yusufi.

Rajoy no utilizó esta finca de Patrimonio del Estado para las relaciones internacionales, pero también se reunió con Merkel en plenas vacaciones de verano, aunque en Santiago de Compostela. Fue en agosto de 2014 cuando la canciller y el entonces jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, recorrieron a pie un tramo de seis kilómetros del Camino de Santiago y visitaron la Plaza del Obradoiro, antes de mantener una reunión bilateral.

Con la visita, el Gobierno socialista pretende demostrar y a la vez consolidar la sintonía europeísta entre los dos mandatarios. Así, no se espera que la reunión produzca acuerdos concretos, pero sí trabajar en "caminos comunes" e ir consolidando una "masa crítica" de países dispuestos a buscar soluciones europeas en asuntos como las migraciones.

En 2018, España ha superado a Italia en llegadas de inmigrantes por mar. Según la Organización Internacional de Migraciones (OIM), superan las llegadas ya las 24.000 y la provincia de Cádiz, donde Sánchez recibirá a Merkel, es una de las que está en primera línea de acogida de los inmigrantes.

Al puerto gaditano de Algeciras derivó el Gobierno el buque Open Arms, que llegó el jueves con 87 inmigrantes, y en la provincia se han habilitado nuevos centros y recursos de acogida para inmigrantes.

Este viernes, el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Heiko Maas, ha planteado en una entrevista que los inmigrantes que llegan a las costas españolas, italianas o griegas se repartan entre los países europeos que estén dispuestos a aceptarlos y que quienes no quieran participar en esa estrategia conjunta asuman responsabilidades en otros ámbitos, por ejemplo financiando medidas contra las causas de las migraciones.

De esta forma, ha argumentado, la UE no dejaría "en la estacada" a los países costeros, y a la vez, sería algo "más sensato que "poner constantemente el foco en el hecho de que Europa no habla con una sola voz en el asunto de los refugiados". A su juicio, "no tiene sentido obligar a todos los socios europeos a asumir las mismas responsabilidades cuando tienen puntos de vista fundamentalmente diferentes".

En materia de inmigración, entre los asuntos pendientes de abordar está la reforma del Reglamento de Dublín, que regula la política de asilo o la preparación de la cumbre informal convocada para el 20 de septiembre en Salzburgo por la presidencia austriaca de la UE, uno de los países que más quiere centrarse en el blindaje de las fronteras.

El Gobierno alemán también quiere analizar con el alemán la posibilidad de hacer aportaciones adicionales al Fondo Fiduciario para África, un instrumento al que hasta ahora la UE y los Estados han contribuido con 3.430 millones de euros. De él están saliendo los fondos para los programas de gestión de fronteras, entre ellos los 55 millones para ayuda a Marruecos y Túnez cuyo inminente desbloqueo ha anunciado la Comisión Europea.

El encuentro en Doñana se producirá días después de que los dos Gobiernos hayan formalizado el acuerdo que permitirá a Alemania devolver a España solicitantes de asilo que hayan entrado a la UE por España y a Alemania por la frontera austriaca. Además, permite a España entregar a Alemania a solicitantes de asilo que puedan demostrar reagrupación familiar con ese país.

A ello se comprometió Sánchez con Merkel durante una reunión el pasado mes de junio en Bruselas, en un momento en el que la canciller afrontaba una durísima presión de sus socios de la CSU, la democracia cristiana de Baviera.