La composición de la Mesa y la elección del presidente del Congreso es algo que se encuentra encima de la mesa de las negociaciones de la posible investidura. El resultado electoral hace que, en esta ocasión, a diferencia de diciembre, el que parte con ventaja es el PP, ya que depende de él que Ciudadanos tenga o no un puesto en la Mesa o, incluso, una vicepresidencia, algo que haría posible un acercamiento mayor entre el partido de Mariano Rajoy y el de Albert Rivera.
Respecto al estado de la investidura, fuentes de Moncloa han confirmado que las reuniones y contactos discretos se han producido y se seguirán produciendo. De hecho, el líder del PP y el de Ciudadanos han contactado hasta en tres ocasiones, al margen de la reunión del martes.
Las mismas fuentes han insistido también en que no puede darse el espectáculo mediático político de la anterior legislatura: los cuatro meses de ruedas de prensa, posados, declaraciones públicas, paseos entre las cámaras o reuniones entre los partidos retransmitidas en directo.
La hoja de ruta del Gobierno de Mariano Rajoy continua pasando por presentarse a la investidura en la primera semana de agosto con 170 diputados, es decir, con el apoyo de Ciudadanos y de Coalición Canaria, lo que abriría la puerta para la abstención del PSOE.