Según han informado fuentes policiales, los agentes se han dirigido ya a varias escuelas e institutos de Cataluña, una vez finalizadas las clases, para cumplir la orden del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que les obliga a impedir que abran para acoger la votación del 1-O, suspendida por el Constitucional.
El mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluis Trapero, ha dado este viernes instrucciones a los agentes para acudir a los colegios electorales para desalojar y cerrar los locales e intervenir urnas, papeletas y censo, apostando por la "mediación" y la "contención" para mantener la "paz social" y la "convivencia".
En concreto, Trapero ha precisado que el uso de la fuerza policial en caso de "desobediencia pasiva" quedará restringido al "acompañamiento" de las personas hasta el exterior de los locales, sin usar las porras.
Las directrices del mayor están vigentes desde las 14.00 horas de este viernes y hasta las 21.00 horas del próximo 1 de octubre y prevén que, con carácter genérico, se presente una dotación uniformada a los centros previstos de votación que estén ubicados en un edificio o local público o que, sin serlo, acojan cualquier tipo de servicio público.
Si en los locales se está llevando a cabo alguna actividad relacionada con la preparación del referéndum del 1-O, suspendido por el Tribunal Constitucional, los Mossos deberán identificar a los responsables y requisar el material relacionado con la votación, como urnas, papeletas o listas de censo que se localizaran, ya fuese en el interior del edificio o a punto de ser introducido. Los Mossos también comunicarán a las personas que se encuentren en el interior del local que lo deben desalojar antes de las 6.00 horas del 1 de octubre.