Esta mañana, la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha declarado que sí deseaba ser recibida personalmente por el Rey, pero que su majestad estaba en su derecho de no recibirla porque "no era una obligación".
Forcadell entendía un posible encuentro para comunicarle personalmente la investidura de Carles Puigdemont como una "oportunidad" para explicarle al monarca la situación en Cataluña y mantener las "vías de diálogo".
Pese a que la comunicación de un nuevo presidente catalán se puede hacer por escrito, como así ha sido, Forcadell ha dicho que pidió audiencia al Rey porque quería "mantener abiertas las vías de diálogo", declaró.