Si hubiera un punto de inflexión o un momento clave para Vox habría que remontarse cuatro años atrás. En diciembre de 2018, cuando se celebraron las anteriores elecciones de Andalucía, la formación de Abascal dejó todas las encuestas y los sondeos en papel mojado después de irrumpir con fuerza en el Parlamento andaluz con 12 diputados. Entonces, quedó como la quinta fuerza más votada (por detrás del PSOE, PP, Ciudadanos y Adelante Andalucía, por este orden). A partir de ahí, ha conseguido representación en casi todos los gobiernos autonómicos. Incluso Vox gobierna en coalición con el Partido Popular en Castilla y León desde el pasado abril.
Volviendo a Andalucía, el partido que ahora representa Macarena Olona en la comunidad va camino de convertirse en el tercer grupo más votado, solo por detrás del Partido Popular y del PSOE. Lo que está por ver es si Juanma Moreno, el líder popular, no alcanza la mayoría absoluta y Vox tendría la llave del Palacio de San Telmo.