El colectivo inició huelga en junio y desde el día 19 de ese mes ha estado repitiendo la misma fórmula de paros: todos los lunes, martes y miércoles, a excepción de agosto.
El motivo de la protesta es la petición de un incremento del complemento específico --de unos 240 euros-- en sus nóminas que, según ha asegurado todo este tiempo la Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra), fue un compromiso de 2015 de la Dirección General de Tráfico (DGT).
Sin embargo, el organismo insiste en que no tiene competencias para hacer efectiva una subida salarial, puesto que, según reiteran, es Hacienda quien debe aprobar los incrementos retributivos de los funcionarios.
Según afirmó el pasado jueves el director de Tráfico, Gregorio Serrano, en la Comisión de Seguridad Vial y Movilidad Sostenible del Congreso, la huelga ha "incidido" pero no se ha "paralizado" la actividad.
En este sentido, los paros han afectado la actividad de las Jefaturas de Tráfico con la suspensión de más de 166.000 pruebas prácticas de conducir, así como al sector de las autoescuelas, que alega pérdidas millonarias que están ocasionando el cierre de centros de formación.
"La huelga continuará los meses de noviembre y diciembre mientras no se atienda el compromiso adquirido en 2015 con este colectivo que a la vista está, faltan la mayor parte del acuerdo por cumplir", avanzó el pasado 17 de octubre la entidad que agrupa al colectivo.