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César Antonio Molina vuelve con 'Todo se arregla caminando'

César Antonio Molina vuelve con "Todo se arregla caminando", el sexto volumen de lo que él ha denominado Memorias de ficción. Un libro intergenérico debido a su mezcla de formatos literarios con el que pretende hacer viajar al lector, tratándose de un camino cultural.

Ester María Boyero

Madrid | 29.04.2016 17:13

Su intención es aunar junto con los anteriores libros, la gran importancia de la figura del paseante, aunque en este caso no sólo se trata de un hombre que avanza a pie por las calles de la ciudad, o del campo, sino que esos paseos se extienden a lugares más lejanos como Ginebra, Varsovia o Milán.

Para el autor, caminar es la mejor forma de pensar. En realidad, para César Antonio Molina es un estado de ánimo y de meditación. "Es el caminar, que para mí es la mejor manera de pensar, por la belleza del mundo. O por dónde está la belleza del mundo y dónde está el misterio del mundo. Yo sigo buscando ese bosque y ese claro del bosque que perdimos, y ese fuego que apagamos, que es la luz del saber y está apagado si no se busca. Y la palabra, porque la palabra que utilizamos también se está destruyendo, y tenemos que buscar las verdaderas palabras que nos unían con la naturaleza, con lo transcendente y con el misterio."

Además realiza paseos al pasado de la cultura. Ya sea reflexionando junto a un cementerio judío, comentando su afición a las plumas estilográficas, hablando de Larra, de cine o sobre la pintura de huertos y jardines. De esta manera, Molina crítica los males de la educación en Europa, la gran dependencia por las nuevas tecnologías o el pésimo trato que el poder le da a la cultura.

"Nuestro papel como gente de la cultura es ser críticos, es ver lo positivo y lo negativo, y siempre defender a la humanidad. Es que si la humanidad no existe, el mundo no existe. Nosotros tenemos que seguir luchando por el ser humano, por el ser individual, por su libertad, por su capacidad de entendimiento… por todo esto. Y no dejarnos vencer por el entretenimiento, porque estamos en la cultura del entretenimiento y éste no es gratuito, nos lleva a la pérdida de nuestra conciencia.”

El escritor realiza así un paseo metafórico por cuadros y películas, por ciudades y ruinas, por las páginas de conocidos libros con lo que trata de mostrar la cultura occidental y sus símbolos, que según dice Molina, "hoy en decadencia".