reduce el riesgo de recaída o muerte en casi un 40%

Prueban un nuevo tratamiento que mejora la supervivencia en pacientes con cáncer de ovario avanzado

Un estudio internacional ha demostrado que administrar niraparib, tras el tratamiento de quimioterapia convencional, en pacientes recién diagnosticadas de cáncer ovario avanzado mejora su supervivencia libre de progresión y reduce el riesgo de recaída o muerte por esta enfermedad en casi un 40%.

ondacero.es | Agencias

Madrid |

Una científica examina una muestra de laboratorio | EFE

El estudio ha estado liderado por el codirector del Departamento de Oncología de la Clínica Universidad de Navarra y presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (GEICO), Antonio González Martín.

"En este estudio hemos evaluado los beneficios de emplear niraparib tras el tratamiento estándar de cáncer de ovario basado en quimioterapia. Con este nuevo abordaje terapéutico hemos observado una mejora significativa de la supervivencia de las pacientes y una reducción de casi un 40 por ciento de su riesgo de recaída", ha dicho el experto, cuyo trabajo ha sido publicado en 'The New England Journal of Medicine'.

El cáncer de ovario se diagnostica cada año a unas 205.000 mujeres en el mundo, siendo la quinta causa de muerte por cáncer en la mujer en Europa. Generalmente se diagnostica entre los 45 y 75 años, aunque hay un número significativo de pacientes desde los 30 años.

Se trata del tumor ginecológico que más defunciones provoca debido a que la mayoría de las pacientes se diagnostican en una fase avanzada de la enfermedad, dada la ausencia de técnicas de diagnóstico precoz. A su vez, hasta un 80 por ciento de las afectadas de un cáncer de ovario avanzado recaen tras el tratamiento con cirugía y quimioterapia.

En el estudio, que ha sido también presentado en el Congreso Anual de la Sociedad Europea de Medicina Oncológica (ESMO, por sus siglas en inglés), que estos días se celebra en Barcelona, se ha analizado a 733 pacientes recién diagnosticadas con cáncer avanzado de ovario de tipo histológico seroso o endometriode de alto grado.

El trabajo, financiado por Tesaro, ha consistido en añadir niraparib tras el tratamiento convencional de primera línea de quimioterapia para estas pacientes. Niraparib es un potente fármaco inhibidor de PARP (una enzima implicada en la reparación del ADN y la muerte celular) que se emplea como terapia de mantenimiento en mujeres con recaída de cáncer de ovario, tengan o no mutado el gen BRCA (asociado al riesgo de padecer esta enfermedad).

A su vez, se ha analizado también el efecto de este tratamiento en pacientes con un tipo de defecto en la reparación del ADN llamado deficiencia de la recombinación homóloga (HRD). En las pacientes que sí mostraron esta deficiencia (la mitad de las mujeres del estudio), el beneficio del tratamiento fue aún mayor consiguiendo una reducción del riesgo de recaída o progresión de la enfermedad de un 57 por ciento.

"Estos hallazgos sugieren considerar niraparib como una primera opción de tratamiento para pacientes con cáncer de ovario avanzado después de completar con éxito la quimioterapia de primera línea", ha dicho el investigador.

El ensayo clínico en fase III se ha realizado en 181 centros internacionales, coordinados por el Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (GEICO), que a su vez forma parte de la Red Europea de Grupos Cooperativos para Ensayos Ginecológicos Oncológicos (ENGOT, por sus siglas en inglés).