Perder un décimo de lotería o ser víctima de un robo es un trago amargo, pero la situación se vuelve crítica si ese décimo resulta premiado el 22 de diciembre. Muchos creen que "el que tiene el papel, tiene el dinero", ya que los décimos son documentos al portador. Sin embargo, existen mecanismos legales para paralizar el pago y demostrar que eres el legítimo dueño.
Si te encuentras en esta situación, el tiempo corre en tu contra. Estos son los pasos obligatorios que debes seguir de inmediato.
Primer paso: Denuncia policial inmediata
Antes de nada, debes acudir a una comisaría de la Policía Nacional, Guardia Civil o al Juzgado de Guardia para interponer una denuncia.
Es fundamental que aportes todos los datos posibles sobre el décimo extraviado o robado:
- Número del décimo.
- Serie y fracción.
- Fecha del sorteo.
- Cantidad jugada.
- Lugar exacto donde lo compraste.
Si tienes una fotografía o fotocopia del décimo, apórtala. Es la prueba reina que facilitará enormemente el proceso. Sin una prueba gráfica, demostrar la propiedad será mucho más difícil, aunque no imposible si puedes probar la compra (extracto bancario, testigos, cámaras de seguridad de la administración, etc.).
Segundo paso: Avisar a Loterías y Apuestas del Estado
Con la copia de la denuncia en la mano, debes notificar el incidente a la Asesoría Jurídica de Loterías y Apuestas del Estado.
Al enviarles la denuncia, el organismo público toma constancia de que ese boleto está reclamado. Si alguien intenta cobrarlo, el sistema alertará de que existe una denuncia sobre ese número específico.
Tercer paso: Paralizar el pago judicialmente
Si el premio es importante (supera los 2.000 euros), la denuncia policial por sí sola a veces no basta para detener el pago si el portador ilegítimo va a un banco.
Necesitas una orden judicial. Debes solicitar al juez una medida cautelar para que paralice el pago del premio. Si el juez lo aprueba, enviará una orden a las entidades bancarias y a Loterías para que ese décimo no se pague a nadie hasta que se resuelva el caso y se determine quién es el verdadero dueño.
¿Y si el décimo se ha lavado o roto?
Si no lo has perdido, sino que ha acabado en la lavadora o se ha roto por accidente, no intentes pegarlo con celo ni manipularlo.
- Guarda todos los trozos con cuidado en un sobre o bolsa de plástico.
- Llévalo a una administración de lotería.
- Ellos lo enviarán a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre para que sus expertos lo analicen y verifiquen su autenticidad. Si logran reconstruir el código de barras o los elementos de seguridad, podrás cobrar el premio.
Consejo de oro: Haz siempre una foto
Para evitar estos sustos, la recomendación de los expertos es siempre la misma: en cuanto compres un décimo, hazle una foto con el móvil o envíasela a ti mismo por WhatsApp.
Esa imagen, donde se vean claramente el número y la serie, sirve como prueba documental en caso de pérdida y agiliza enormemente los trámites de denuncia y paralización de pago.

