El Ourense se colocó líder tras derrotar al Tropezón (3-1) en un partido físico por la cantidad de lluvia caída sobre el terreno del José Argiz (en su exilio en Verín) y por la dificultad que impuso un rival que intentó desde el primer minuto de impedir que los de Luisito pudiesen realizar su fútbol combinativo a base de faltas y creando dificultades en las acciones de balón parado.
Pero este Ourense está enrachado y con una moral por las nubes por las cuatro victorias consecutivas con las que se llegaba a esta cita y superó todas las adversidades que se le presentaron. De inicio consiguieron poner cerco a la meta de Dorronsoro en varias ocasiones hasta que en el minuto 21 llegó el gol de Javi Hernández, que fue uno de los jugadores más destacados del choque por su calidad y por ser el autor de dos tantos.
Iker Alegre y Borja Valle seguían su buena línea y hacían daño por las bandas y solo tras la consecución del gol, los rojillos sufrieron unos minutos de incertidumbre que aprovechó el Tropezón para avisar primero en una acción de balón parado que Pato sacó a Nando y en el minuto 42 se volvió a repetir la acción, pero en esta ocasión con la consecución del empate con el que se llegaba al descanso.
En el segundo tiempo el estado del terreno de juego solo invitaba a realizar fútbol directo y con la entrada de Gustavo Souto y Adrián Cruz el Ourense dominó a placer el juego, aunque con escasas ocasiones. Tendría que esperar hasta el minuto 80 cuando Gustavo Souto estrenaría su casillero goleador con un tanto de bella factura y de calidad propia de delantero centro para abrir el cerrejo cántabro.
Los últimos minutos, con la expulsión en el Tropezón pudieron significar una goleada mayor, pero sería Javi Hernández de nuevo en el minuto 91 el que pondría el broche final a su gran partido con la sentencia y el liderato para un Ourense que encadena cinco victorias consecutivas
