Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz atendió durante el año 2021 a 5.143 personas, mientras que 14.577 se vieron beneficiadas de las ayudas de esta institución de la Iglesia Católica, que muestra su preocupación por el número de intervenciones o veces que se atiende a las personas, puesto que están atendiendo "prácticamente a las mismas" pero "muchas más veces".
Así lo ha destacado el director de Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz, Jesús Pérez Mayo, en la presentación, junto con el arzobispo de Mérida-Badajoz, Celso Morga, y el delegado de Cáritas Diocesana Mérida-Badajoz, Francisco Maya, de la memoria correspondiente a 2021 de dicha institución, que dispone de dos centros residenciales de atención integral, el Centro Hermano, en Badajoz, y el Centro Padre Cristóbal, en Mérida.
Se ha mantenido abierto además durante todo el año el dispositivo de emergencia 'Bravo Murillo' en la capital pacense, mientras que en Mérida se ha contado, durante los meses más fríos del año, de un recurso para las personas que están en situación de calle. Cuenta, por otra parte, con siete viviendas 'housing leds' (autogestión), y dispone del Centro de Promoción y Empleo, que cuenta también con el programa ambulatorio para el tratamiento de conductas adictivas.
Así se refleja en esta memoria 2021 de Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz, junto con que durante todo el pasado año, a través de las Cáritas Parroquiales, se han desarrollado 39 proyectos de promoción social (mujer y familia, infancia, mayores, empleo y economatos), con los que se favorece la adquisición y mejora de hábitos y habilidades a través de actividades grupales e individuales. Tanto en entornos urbanos como rurales son un instrumento "muy útil y valioso" para contribuir al empoderamiento de los participantes.
Para el desarrollo de la acción de Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz durante el 2021, se invirtió un total de 2,8 millones de euros, distribuidos en los diferentes programas y proyectos, permitiendo así mejorar la vida de las personas que acuden a Cáritas.
NÚMERO DE INTERVENCIONES
Perez Mayo ha destacado que, de los seis años que lleva como director de Cáritas, en los últimos tres o cuatro ofrece "casi los mismos datos" con las mismas personas atendidas y beneficiadas aunque con "ligeras diferencias", ante lo cual ha explicado que, cuando uno analiza qué ha pasado en estos seis años, se comenzó recuperándose de una crisis financiera, tras la cual ha llegado una sanitaria y, aunque no aparece la memoria, cuando "parecía" que se estaba "saliendo" de esta comenzó una guerra en Europa.
"Aparentemente, cuando uno mira los datos parece que aquí no pasaba nada porque Cáritas atendía a las mismas personas y se beneficiaban las mismas personas", ha remarcado, para señalar sin embargo que hay un dato que les "preocupa" y que ya les preocupaba el año pasado "detrás de esa aparente estabilidad", como es el número de intervenciones, "es decir el número de veces que se atiende a las personas", puesto que están atendiendo "prácticamente a las mismas personas, pero muchas más veces".
También ha hecho hincapié Jesús Pérez Mayo en otro dato que les preocupa, como es el número de personas que llevan tres años o más siendo acompañados por Cáritas - durante 2021 ha habido un incremento de los atendidos que llevan acudiendo a Cáritas tres años o más, llegando hasta el 40 por ciento - algo que "es importante", que "está subiendo", y que está indicando que "a lo mejor" el conjunto de la sociedad "está más o menos estable", pero que hay una parte de la misma que les "preocupa" porque los datos de Cáritas "hacen temer que se estén quedando atrás".
Otros datos de la memoria destacados son el perfil de las personas que atienden en Cáritas, que mayoritariamente tienen rostro de mujer (67 por ciento) española (77 por ciento). El grupo de edad que más ayuda recibe de Cáritas son aquellas personas que superan los 45 años (45 por ciento) debido a la gran dificultad que encuentran para lograr un empleo, siendo una barrera su edad que hace que este colectivo se conviertan en desempleados de larga duración y que, por lo tanto, siguen necesitando la ayuda de Cáritas durante más de tres años.
El 21 por ciento del total de atendidos han acudido por primera vez y, asimismo, quienes tienen entre 25 y 44 años (37 por ciento) son también un grupo numeroso de personas que son atendidas en esta institución, cuya intervención en acogida, escucha y orientación con un 51,4 por ciento es la actividad principal.
Cabe destacar las ayudas en alimentación con un 39 por ciento, o las destinadas al alquiler que representan el 1,3 por ciento del total, aunque su cuantía es elevada habiendo destinado el 24,8 por ciento de los fondos a las mismas; algo que sucede también con los gastos en suministros.
La atención a las personas en riesgo de exclusión social es posible por la colaboración, solidaridad y generosidad de las 1.500 personas voluntarias y de los 605 socios y 4.435 donantes. La acción de Cáritas en la Archidiócesis de Mérida-Badajoz se ha podido realizar gracias a las 128 Cáritas Parroquiales repartidas por todo el territorio, según ha destacado por su parte Francisco Maya.
UCRANIA Y LA PALMA
Por su parte, Celso Morga ha destacado de este año que, a través de un acuerdo de Cáritas con Grupo Preving, se ha podido atender a un grupo de refugiados ucranianos en la ciudad de Badajoz, en concreto a 31 personas de las que 17 son niños y el resto madres y abuelas, y que están repartidas entre la Parroquia de Santa Teresa y dos pisos que hay en la Parroquia de San Fernando, aunque dos familias han vuelto a Ucrania porque "no se han estabilizado aquí".
Maya ha apuntillado que ya se está trabajando con estas personas para que tengan su trabajo y para que "incluso" puedan pasar a pisos "teniendo una autonomía", y Morga ha hecho hincapié en que "prácticamente" están todas trabajando en Badajoz, así como en que se encuentran en una situación "muy difícil" al seguir sus maridos en Ucrania y estar a "muchos" kilómetros de distancia de su país, lo cual supone una "intranquilidad emocional".
Al respecto, ha apuntado que, dentro de las noticias que tiene, cree que "todas" están trabajando y "por lo menos tienen esa estabilidad laboral", como también ha subrayado de este año la ayuda con motivo de la erupción del volcán de La Palma, que ha cifrado en unos 13.000 euros, a la vez que ha sumado que "toda España se volcó con ese volcán" y que también a través de Cáritas lo han hecho con esas personas que sufrieron los efectos de dicha erupción.
