Onda Deportiva Valencia

Hoy venía pensando en... el casi ridículo

Editorial en Onda Deportiva Valencia 05/12/2025

Eduardo Esteve

Valencia |

Eduardo Esteve

Hoy venía pensando en… el casi ridículo.

Y digo casi aunque tal vez debería decir “el ridículo” que hizo ayer el Valencia en Cartagena. Me quedo con el “casi” porque al final la suerte sonrió a los valencianistas y estarán en la siguiente ronda de la Copa del Rey. Haber caído ante un primera federación, aunque sea la Copa y todas esas cosas que se dicen de las sorpresas de este torneo, habría sido hacer un ridículo mayúsculo.

Y digo casi porque la primera parte del partido e incluso la primera de la prórroga no son de recibo en un equipo de primera división que se enfrenta a un primera federación. Ayer discutía con mi buen amigo Diego Picó si fue un problema de calidad o actitud. Y yo creo que fue lo segundo como reconoció el propio Lucas Beltrán al afirmar que “no nos tomamos el partido como nos lo teníamos que tomar en el primer tiempo”. Tal cual. Y lo más preocupante es que en el once estaban seis de los fichajes de esta temporada y futbolistas que necesitan este tipo de partidos para reivindicarse. Y ni por esas. Tuvo que aparecer Rioja y sobre todo un milagroso Dimitrievski para deshacer el entuerto. Que a dos minutos del final de la prórroga y con el penalti a favor del Cartagena que detuvo el macedonio nos vimos fuera de la Copa.

En conclusión ayer se volvió a demostrar que este es un equipo mediocre y que no sabe a lo que juega. Me gustaría que alguien me explicara cuál es el estilo de juego de Corberán. Yo no lo sé. Sin estilo ni intensidad lo más normal hubiese sido caer eliminados. Porque eso de la calidad puede ser un problema, si no la hay, cuando te enfrentas a un equipo de tu misma categoría pero… si lo haces ante uno de primera federación… si te gana… será siempre por tu falta de actitud. La diferencia de categorías se hace evidente por la diferencia de ritmo de una a otra. Si no lo tienes y te igualan en eso… estás condenado al fracaso salvo que la moneda caiga de tu lado. Y eso fue realmente lo que sucedió anoche en el Cartagonova…