Hoy la historia de la comarca, y de la propia comunidad valenciana, la cuenta una mujer de La Nucía, Carme Miquel, la maestra que se convirtió en escritora para poder enseñar a los más pequeños su lengua, el Valencià.
Toda su infancia la vivió en un franquismo donde, el nacional catolicismo y la lengua española era lo que predominaba. Era lo que debía ser, pero ella se resistió a se perdiera su otra lengua, y se propuso, desde su profesión de maestra – la misma que tenían sus padres- poner su granito de arena para darla a conocer. No había libros, ni manuales, y entonces decidió, junto con otros profesores que querían impulsar el valenciano, a crear libros y a inventar cuentos en esta ley. Así entró en el mundo de la literatura infantil en 1970 con su primer Un estiu a la Marina Blata.
Es autora de cuentos, relatos, novelas, ensayos, libros de texto; también de columnas y artículos para medios de comunicación. Y su trayectoria literaria tiene un sinfín de reconocimientos y premios, como el Premi Ciutat d'Alzira y el Samaruc de l’Associació de Bibliotecaris Valencians
Participó en diferentes proyectos educativos como les Trobades d’Escoles en Valencià en 2005 en La Nucia, su pueblo natal, quien hace algo más de cinco años la nombró hija predilecta, algo que le hizo mucha ilusión, como reconocía ella misma y cuya voz recuperamos en este reportaje.
El 19 de julio de 2019, dos años después, Carme Miquel falleció a los 74 años, como una ilustre docente, fundadora de la Escola Valenciana y miembro de la Académia Valenciana de la Llengua. Por todo ello, y por "su carácter inquieto y comprometido con el cambio educativo y social y con el fomento de una enseñanza atractiva y viva", el espacio de hoy es para ella, y también hasta el 4 de febrero de 2024, la exposición temporal del Museu Valencià de la Il·lustració i de la Modernitat, titulada: Carme Miquel, una mestra compromesa
