Agricultura

El Camp d’Elx espera que en enero de 2023 haya un decreto de sequía y poder comprar agua a otros regantes a través de cesión de derechos

Si la situación hídrica no cambia, se acumularán dos meses en estado de emergencia

David Alberola García

Elche | 21.11.2022 14:13

Un tramo del trasvase Tajo-Segura
Un tramo del trasvase Tajo-Segura | Europa Press

Los regantes del Camp d’Elx esperan que en enero de 2023 esté vigente un decreto de sequía del Gobierno central que abra la puerta a que se puedan explotar pozos de sequía y acceder a negociar la cesión de derechos de agua con entidades de regantes que tiene disponibilidad para poder venderlos.

Desde la Comunidad General de Riegos de Levante se insiste en que, si la situación hídrica se mantiene en la situación actual, que es lo que se prevé en diciembre se acumularán tres meses en situación de estado de emergencia en lo que se refiere a los recursos hídricos en la cuenca del Segura.

Los agricultores del Camp d’Elx confían en que, seguir en esa situación, el Gobierno impulse el decreto de sequía que, como ha ocurrido en ocasiones anteriores de emergencia hídrica, se pueda extraer agua de acuíferos subterráneos, lo que se conoce como pozos de sequía, así como negociar la cesión de derechos de agua con entidades de regantes de otras regiones que tienen disponibilidad de recursos para poder vender esa agua.

Caudal ecológico del trasvase Tajo-Segura

Por otro lado, los regantes del Camp d’Elx han recibido de buen grado el anuncio de que el Ministerio para la Transición Ecológica va a condicionar elevar el caudal ecológico en la cabecera del trasvase Tajo-Segura a partir de 2026 a los índices de calidad que presente el agua en esa zona después de las obras para la mejora de la que se van a impulsar en la zona de Madrid.

Esa es una situación que los regantes siempre han reclamado ya que desde el principio vienen defendiendo que antes de aplicar incrementos en el caudal ecológico del trasvase había que acometer mejora en la depuración de las aguas que llegan desde Madrid y evaluar el impacto de esa iniciativa.

El 1 de enero de 2023, ese caudal ecológico seguirá incrementándose a los 7 metros cúbicos por segundo, lo que supondrá un recorte en el trasvase de 32 hectómetros cúbicos al año.

La intención del ministerio era elevar ese caudal hasta a 8 metros por segundo en 2026 y hasta los 8,65 metros cúbicos un año más tarde, en 2027, sin embargo, ahora, estos dos últimos incrementos, que supondrían a juicio de los agricultores el fin del trasvase para regadío, quedan condicionados a que la calidad del agua de la cabecera del trasvase no mejore con las obras de depuración y mejora de regadíos que se van a ejecutar en esa área.

Los agricultores que se nutren de ese acueducto están convencidos que esas obras de depuración en la zona de Madrid, que es lo que siempre han estado pidiendo, impedirán que el caudal ecológico se incremente a esos valores previstos de 8 y 8,65 metros cúbicos, evitando con ello la desaparición del trasvase Tajo-Segura para regadío.