El Hondo incrementa sus inquilinos con una docena de ejemplares de Cerceta Pardilla

La Cerceta Pardilla es una de las aves en mayor peligro de extinción de la Unión Europea. De hecho, toda la población reproductora de cerceta pardilla en Europa Occidental se localiza básicamente en Andalucía y Comunitat Valenciana, junto con unas pocas parejas que algunos años pueden llegar a nidificar en Castilla-La Mancha, Murcia y Baleares. Con el programa de reintroducción de la especie impulsado por la conselleria de Medio Ambiente se pretende recuperar las poblaciones valencianas de una de las especies de aves acuáticas más amenazadas del continente.

Esta semana, el secretario autonómico de Medio Ambiente y Cambio Climático, Julià Álvaro, ha participado en el parque natural de El Hondo en la suelta de una docena de ejemplares procedente del Centro de Recuperación de Fauna La Granja de El Saler, dependiente de la propia conselleria.

En el acto también estuvo presente el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Elche, Antonio García, y el presidente de la Junta Rectora del parque natural de El Hondo.

La liberación de los ejemplares se ha llevado a cabo mediante una variante del método conocido como "hacking" o "crianza campestre", muy utilizado en la reintroducción de rapaces. Para ello, se ha construido un jaulón, de 20 metros cuadrados, que se ha situado en la orilla de una de las lagunas de la finca. En su interior se introducen los ejemplares de cerceta pardilla y se les proporciona alimento durante unos 10 días. Transcurrido este tiempo se abre la jaula, permitiendo que se muevan con libertad por la zona, aunque se les sigue aportando alimento, pero cada día en menor cantidad, hasta ser liberados.

Una vez en libertad, se realiza un seguimiento mediante la utilización de foto trampeo. En este cometido es esencial el trabajo realizado por el grupo de investigación en Ecología Terrestre de la Universidad Miguel Hernández, que en 2014 inició un proyecto de marcaje con ejemplares equipados con emisores vía satélite que permiten identificar cada ejemplar y estudiar sus movimientos.

Este proyecto está cofinanciado por la Fundación Biodiversidad y el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente y cuenta con la participación de la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente.

Con los datos que se aporten en este estudio, se espera poder conocer dónde pasan el invierno las cercetas pardillas, así como evaluar la tasa de supervivencia de los ejemplares criados en cautividad.