Todos los miembros del clan familiar están acusados de los delitos de tráfico de drogas; pertenencia a organización criminal; y defraudación eléctrica. Los cinco han quedado en libertad con cargos tras ser puestos a disposición judicial.
La investigación comenzó tras tener conocimiento la Guardia Civil de que en varios domicilios de la localidad de Villena se había incrementado el menudeo de las ventas de estupefacientes, comprobándose un aumento de toxicómanos por la zona del barrio de El Rabal.
Tras varios meses de trabajo y una complicada tarea de vigilancia en la zona para no ser descubiertos, los agentes lograron averiguar los domicilios desde los que se producía la venta de sustancias estupefacientes, diferenciado a las personas que compraban la droga de las formaban parte del clan familiar ahora arrestado.
Las ventas las realizaban tres hombres y dos mujeres de la misma familia, que se organizaban perfectamente para cumplir con las funciones que les mandaba el líder, que también era miembro de la misma familia.
En la operación policial se han practicado cinco registros domiciliarios, interviniéndose gran cantidad de dispositivos de telefonía móvil, televisores último modelo, protectores digitales y ordenadores, así como 47 plantas de marihuana que se encontraron en el interior de uno de los domicilios, 1.500 euros fraccionado en billetes y monedas y gran cantidad de estupefacientes, entre ellos hachís hallado por la unidad canina del Servicio Cinológico de la Guardia Civil.