Elche Piensa, disconforme con el proyecto de duplicación de la carretera de acceso al aeropuerto

La Plataforma Elche Piensa ha expresado su disconformidad con el proyecto de licitación de la duplicación de la carretera de acceso al Aeropuerto de Alicante-Elche,la N-338, en el tramo entre la N-332 y la autovía A-70.

Este plan, publicado en el BOE el pasado 19 de agosto, es una actuación promovida por el Ministerio de Fomento en una vial de 4,7 kilómetros y que cuenta con un presupuesto de cerca de 29 millones de euros. El comienzo de las obras está previsto para octubre del año que viene y el plazo de ejecución marcado es de 34 meses.

El colectivo no comprende que este proyecto no incluye ninguna previsión para integrarse con el futuro nuevo acceso ferroviario a Alicante, como hacía el proyecto constructivo de duplicación de calzada de la N-338 que se redactó en octubre de 2009. Dicho documento contemplaba la ejecución de tres pasos inferiores en los puntos de cruce con la línea ferroviaria Alicante-Murcia.

Elche Piensa señala que si se ejecutara el nuevo acceso ferroviario a Alicante, tendría que destruirse la nueva calzada duplicada para realizar los tres pasos inferiores, lo que supondría un mayor coste para las arcas públicas. Es por ello que la plataforma se pregunta si el Ministerio de Fomento ha descartado dotar al Aeropuerto de Alicante-Elche de estación de tren.

El colectivo también opina que dentro de las obras sería preferible una mejora la rotonda del Oeste de la N-340, que da acceso a la Institución Ferial Alicantina (IFA), antes que la rotonda del Este de esta misma carretera, que no da acceso a ninguna dotación y en la que sí se actuará. Sobre este asunto, también advierten que la anulación de la entrada no directa prevista para el Colegio Aitana puede dar lugar a riesgo de accidentes.

La plataforma no comprende que el Ayuntamiento de Elche se conforme con un proyecto que califican de “mediocre”y temen que pueda ocurrir lo mismo que con la futura llegada del AVE a Elche.

Además, ha manifestado su sorpresa por los 34 meses marcados como plazo de ejecución para una actuación en una calzada de menos de cinco kilómetros. Consideran que esto se debe a una “dilatación presupuestaria” y no a problemas técnicos.