El Ayuntamiento de la Pobla Llarga ha informado a la población de que no se puede utilizar el agua del grifo para consumo de boca.
Y es que, a causa de los nuevos parámetros establecidos por el decreto, que ha entrado en vigor en este año, se han reducido los niveles permitidos de plaguicidas prohibidos y no autorizados presentes en el agua potable.
Por ello, el consistorio ha avisado de que el agua del grifo no es apta para el consumo humano, y por lo tanto no debe usarse ni para beber ni para cocinar.
La alcaldesa de La Pobla LLarga, Neus Garrigues, ha explicado que el Ayuntamiento ya trabaja en solventar este problema, pero las medidas no serán efectivas hasta pasado entre 10 y 15 días.
Este problema se dio también en los últimos meses en Manuel y en la Urbanización San Cristóbal de Alberic.