En declaraciones a Onda Cero Alicante, Olcina ha apuntado que también será un verano seco; aunque esta definición, tratándose del Mediterráneo, es lo habitual.
Las temperaturas sí que mantienen una tendencia al alza y "es raro encontrar en la última década un verano normal o fresco; el 70 por ciento de los periodo estivales han tenido temperaturas por encima de las medias normales", ha apuntado el experto. Si se cumplen esos pronósticos estacionales, habrá tres olas de calor, "como mínimo". Olcina ha adelantado que los modelos ya hablan de una primera oleada de calor la próxima semana, en los primeros días del mes de julio.
Hay datos también preocupantes que explican la pérdida del denominado "confort térmico" sobre todo por las noches: la "mediterranización del cambio climático", tal y como lo ha definido Jorge Olcina.
Se ha observado que desde los años 80 la temperatura del mar ha aumentado el doble que la temperatura del aire. No son temperaturas "de record como en otros puntos de España pero si un calor más continuado".
"Para mí esta ahí la clave del efecto regional del cambio climático". -añade Olcina- "Ese agua del mar que en verano provoca una falta de confort térmico por la prolongación por la noche del calor". Esto también acarrea la posibilidad de situaciones inestables e intensas cuando llega un embolsamiento de aire frío o una gota fría "como ya hemos vivido en los últimos años y en especial en septiembre de 2019".
Otra observación que Jorge Olcina ha compartido se refiere al mes de agosto. Este verano se prevé que sus temperaturas sean más normales pero se viene observando un incremento de la situaciones de inestabilidad con tormentas intensas: "estamos notando que en los meses de agosto de los últimos años se desarrollan incluso situaciones de tormentas, de lluvias, de chubascos a veces intensos". Todo tiene que ver, ha destacado el director del Laboratorio del Clima de la UA con la acumulación progresiva de calor que se produce en el agua del mar.
