Intervención marina

La bahía de Santa Pola se cuela en la pesca furtiva e ilegal de pulpo

👉La Guardia Civil y los Inspectores de Pesca detectaron a los pescadores y las trampas ilegales sumergidas y sin señalizar, lo que supone un grave perjuicio ecológico y económico, con sanciones que pueden alcanzar los 60.000 euros

Redacción

Alicante |

Una de las trampas para pulpos
Una de las trampas para pulpos | Guardia Civil

La Guardia Civil junto con los Inspectores de Pesca Marítima de la Subdelegación del Gobierno en Alicante, en el marco de una actuación coordinada, han detectado una embarcación que estaba utilizando artes de pesca ilegales para la captura de pulpos (Octopus vulgaris) en aguas de la bahía de Santa Pola.

La intervención tuvo lugar el pasado 5 de febrero, cuando los Inspectores de Pesca solicitaron apoyo tras observar, desde la costa, cómo una embarcación semirrígida con dos personas a bordo, una de ellas equipada con traje de buceo, depositaba en el fondo marino trozos de tubería a modo de trampas.

Tras interceptar la embarcación con apoyo del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) y el Servicio Marítimo Provincial, se procedió a identificar a sus ocupantes y revisar el material que portaban. En la inspección se hallaron cubetas, herramientas y una botella de hipoclorito de sodio (lejía).

Durante esta primera intervención se recuperó una primera trampa ilegal. Posteriormente, durante un nuevo reconocimiento, el GEAS volvió a la zona con equipos de buceo específicos y realizó un rastreo minucioso del fondo marino. Como resultado, se localizaron e incautaron un total de ocho trampas caseras elaboradas con tuberías de PVC, algunas de ellas clavadas en el fondo con ayuda de herramientas contundentes. En el interior de cuatro de las trampas se encontraban ejemplares de pulpo vivos, que fueron inmediatamente liberados al mar.

Estos artes de pesca carecían de cualquier tipo de señalización o identificación, incumpliendo la normativa vigente, que exige que todos los aparejos profesionales estén debidamente identificados con el nombre y matrícula de la embarcación.

Una vez realizadas todas las comprobaciones por parte de los agentes, se procedió a la incautación del material antirreglamentario y a la tramitación de las correspondientes propuestas de sanción.

La utilización de este tipo de trampas ilegales supone una grave amenaza para la sostenibilidad del ecosistema marino, ya que actúan sobre especies protegidas y sin control, incluso sobre ejemplares juveniles por debajo del peso reglamentario de 1 kilogramo. Además, esta actividad ilícita perjudica gravemente a los pescadores profesionales al introducir capturas fuera de los canales legales de comercialización, como las lonjas de pescado.

La pesca furtiva constituye una infracción grave según la Ley de Pesca Marítima, y puede conllevar sanciones económicas que oscilan entre los 601 y los 60.000 euros. Parte de estas capturas pueden llegar a terminar en hostelería, siendo adquiridas por canales irregulares, sin las mínimas garantías sanitarias y de trazabilidad exigidas para los productos pesqueros.