Granados comparece hoy por videoconferencia desde la prisión de Estremera, donde se encuentra en prisión a raíz del caso Púnica, para declarar sobre el supuesto caso de espionaje en la comisión de investigación de corrupción de la Asamblea de Madrid.
Durante su comparecencia, que ha comenzado a las 12.42 horas, Granados ha recalcado que los supuestos implicados en el caso, que sigue abierto en los tribunales, ya han asegurado que "todo esto era una absoluta falsedad y un montaje", en una investigación interna del Gobierno regional, ante una comisión parlamentaria anterior y ante el juez.
A pesar de que la presidenta de la comisión le ha pedido en varias ocasiones que se ciña al tema, Granados ha aprovechado para tratar aspectos ligados a su detención en el marco de la operación Púnica, un caso en el que se le investiga como uno de los presuntos cabecillas de una trama de amaño de contratos.
Ha denunciado que se le detuvo "delante de su hija" y se le obligó a pasar cinco días en un calabozo sin que un juez le tomase declaración.
Además, ha recalcado que lleva año y medio en prisión sin saber de qué se le acusa, por lo que ha considerado "gravemente" lesionados sus derechos y se ha declarado "maltratado por el estado de derecho.