El Ayuntamiento de Madrid aspira a poner en marcha en 2018 la nueva área de prioridad residencial (APR) que conllevará restricciones de tráfico en buena parte del distrito Centro, para lo que ya está dialogando con empresarios, vecinos y el resto de agentes implicados.
La portavoz municipal, Rita Maestre, ha confirmado en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno esta medida que busca reducir el tráfico rodado en el centro de Madrid permitiendo únicamente el acceso a los vecinos y que aún se está diseñando, pues "está en discusión" el modelo y la zona concreta que abarcará.
Las áreas de Desarrollo Urbano Sostenible y Medio Ambiente y Movilidad están trabajando de forma conjunta en el diseño de esta gran área con "límites fácilmente reconocibles", y de la que quede exenta la Gran Vía, aunque también se baraja la posibilidad de crear dos áreas divididas por esta arteria.
El objetivo de esta propuesta es mejorar el espacio público y eliminar tráfico, de manera que el acceso a esas zonas en vehículos solo se permita a los residentes. El desarrollo de los cambios necesarios tendrá un calendario específico y se irán implementando de forma gradual y ordenada.