Tengo la sensación de que cada vez que Encadene el Barcelona una muy buena racha de resultados crecerán las voces de aquellos que consideran que no hay mejor alternativa que la de que Xavi continúe al frente del banquillo la temporada que viene por tanto cumpla su contrato. Sabido es que conoce perfectamente la casa, que su rendimiento está siendo satisfactorio, y que no es fácil encontrar a alguien que le sustituya garantizándote mejores resultados. Lo dicho, cada racha victoriosa provocará este runrún que vivimos ahora después de sumar 13 de 15 puntos posibles en liga y que se repetirá hasta que acabe el año. Es una situación que ha generado el propio entrenador. Imagino que él sabía lo que conllevaba ese anuncio tan madrugador y tan tempranero y que no sabemos si ayuda o no al equipo, o si le desestabiliza haciendo demasiado ruido alrededor del mismo y sobre todo intranquilidad por el futuro.
Sin embargo, si por desgracia, el Barcelona acumula un par de traspiés, nadie pensará que es buena solución que Xavi continúe en el banquillo, sino que empezarán a salir los nombres de los candidatos para sustituirle. Cuanto peor le vaya al equipo menos voces a favor de el actual entrenador y más nombres a la palestra. Y en medio de todo este ruido, la junta directiva del Barcelona y sobre todo su área deportiva, teniendo que afrontar la decisión de quién será el inquilino del banquillo la temporada que viene. Sin prisa pero sin pausa. Estamos ya en el mes de marzo y las plantillas se tienen que ir confeccionando y aunque es verdad que cada vez tienen menos peso en la configuración de los futbolistas el nuevo entrenador, pues estos son patrimonio del club, no es menos cierto que si te llega un entrenador de cierto prestigio querrá poner su sello personal y tener algunos jugadores específicos, en puestos determinados.
Es obvio que el Barcelona debe tener ya más o menos perfilado y dibujado el perfil del nuevo entrenador y que no debe contar con la posible continuidad de Xavi, pues este fue bastante rotundo al afirmar que se marchaba en verano y da la sensación de que de momento no ha cambiado de decisión. Si cambiara debería ser ya, porque el Barcelona no puede esperar mucho más tiempo.
Si Xavi se queda, es verdad, que estaría mucho ganado en cuanto a la confección de la plantilla, pero si dice que no sigue a finales del mes de abril por poner un ejemplo, la organización para la próxima temporada quedaría bastante condicionada. Hay que hacerse a la idea de que Xavi no será el entrenador del Barcelona la temporada que viene, salvo sorpresa monumental, que de todo hemos visto en el mundo del fútbol.